Memoria, verdad y justicia, un reclamo que volvió con fuerza a la plaza

24 marzo, 2017

Memoria, verdad y justicia, un reclamo que volvió con fuerza a la plaza

En el inicio de la marcha de organizaciones de derechos humanos y vecinos hacia la Plaza de la Memoria, los tresarroyenses Carlos Sánchez, del nodo local de la Red por la Identidad, y Guillermo Torremare, miembro de la filial local de la APDH, reflexionaron acerca de la fecha. “Hoy más que nunca tenemos que estar en la plaza, y trabajando por la Memoria, la Verdad y la Justicia, en un momento en que muchos derechos son vulnerados y la memoria quiere ser borrada o cambiada. Hay negacionismo, se habla de que no fueron 30.000 los desaparecidos, pero gracias al trabajo de los organismos de derechos humanos, se ha frenado el movimiento que había para que los genocidas tuvieran prisiones VIP o detención domiciliaria”, dijo Sánchez.
Toremare, por su parte, dijo compartir la línea de pensamiento de Sánchez y advirtió que “hay indicios claros de que se pretende volver al pasado en muchos temas, se ha intentado banalizar fechas, se han degradado sitios de memoria, se ha intentado reimplantar la teoría de los dos demonios, que los desaparecidos no son 30.000 o que no hubo un plan sistemático. Por eso hay que estar alertas y seguir trabajando, como lo hicimos el año pasado en las escuelas secundarias, y diciendo como sostenemos que hubo un genocidio, que son 30.000 los desaparecidos”.
“Tenemos cosas para celebrar también, porque hace poco tiempo se conoció la identidad del nieto número 121, el hijo del tresarroyense Domingo Menna”, sostuvo Torremare, que abogó por seguir buscando devolver su identidad a más de 500 niños apropiados en la dictadura cívico militar, y denunció desfinanciamiento por parte del Estado a cuestiones vinculadas a los DDHH, y el levantamiento de los programas de protección de testigos en los juicios de lesa humanidad.

El acto
Ya en la Plaza de la Memoria, estudiantes secundarios recordaron a cada uno de los tresarroyenses desaparecidos, y las circunstancias en que fueron víctimas del accionar del terrorismo de Estado: Graciela Olga Barcala,  Dalmiro Tomás Yebra, Sonia Mabel Rossi, Domingo Menna, Raquel Rina Menna, Nora Inés Vacca, Marcelo Daniel Rodríguez, Dardo Manuel Cabo, Carlos Alberto Rivada, María Beatriz Loperena, Leonardo Amador Montesinos, Leticia Noemí Di Paolo, Alicia Silvia Chuburu, César Antonio Giordano, José Antonio Garza, Virginia Isabel Cazalás, María Sedení Bonasorte, Arturo Oscar Bonasorte, Juan Héctor Prigione, Armando Angel Prigione, María Mercedes Correa, Jorge Horacio Foulkes y Armando Fioritti.
Posteriormente, el doctor Guillermo Torremare leyó el documento suscripto por las organizaciones, que indica que “venimos a esta plaza para reafirmar el compromiso con la memoria, abogar por el conocimiento de la verdad y continuar exigiendo justicia, como lo hacemos todos los años desde el 24 de marzo de 1996, cuando salimos a la calle por primera vez. Estamos viviendo un tiempo en que a veces de manera clara, otras velada, se está queriendo volver al pasado.  Desde esta plaza afirmamos que lo ocurrido fue un genocidio, y que la dictadura cívico militar dejó un saldo de 30.000 desaparecidos. No sabemos todos los nombres porque por miedo y prejuicio en un primer momento, luego por las leyes de impunidad y los indultos, no se denunció. Pero hay muchos elementos que justifican esa información: los informes oficiales desclasificados, los más de 500 centros clandestinos de detención y la cantidad de detenidos en cada uno, la cantidad de hábeas corpus y el número de militares, más de 150.000, que participaron del plan genocida”.
“La CIDH y las Naciones Unidas reconocen como víctimas también a los familiares, que reciben del Estado un trato inhumano por la incertidumbre acerca del destino de sus desaparecidos”, sostuvo Torremare, quien celebró la recuperación de la identidad del hijo de Domingo Menna y abogó por que suceda lo mismo con el hijo de Carlos Rivada y María Beatriz Loperena y el de Alicia Chuburu.
Finalmente, dijo “saludar el compromiso público del intendente municipal de mejorar el mantenimiento de la plaza de la Memoria y denominar así al Polideportivo al que este espacio le ha cedido buena parte de su superficie”. Y pidió “que el Gobierno cumpla plenamente las leyes que protegen derechos humanos fundamentales, defendiendo fuentes de trabajo, velando por la vigencia de condiciones dignas y equitativas de labor que manda la Constitución. Nos solidarizamos con los docentes, con los trabajadores de fábricas recuperadas y con los desempleados, condenados a la pobreza extrema o indigencia. Le requerimos al Estado su mayor compromiso con la escuela pública, con la libertad de expresión, contra la persecución ideológica y la represión y criminalización de la protesta social. Repudiamos los apremios y torturas denunciados por personas detenidas en las comisarías de Claromecó y Tres Arroyos, y rechazamos enfáticamente la detención arbitraria de la militante social jujeña Milagro Sala”.
Por su parte, el estudiante Santiago Echeverría dijo “la democracia nos ha dado la posibilidad de escuchar y hablar de aquellos años oscuros. Es el Estado el que ha aportado mucho a construir y fortalecer la memoria, pero es nuestro deber replicar incansablemente la necesidad del ejercicio de la memoria, y ese es nuestro compromiso como Centros de Estudiantes”.
“Cuando la violencia y el terror son del Estado, no hay teoría que valga ni cosa que se le iguale. La lucha por la verdad, por la igualdad de oportunidades y por los derechos estudiantiles no han sido secuestradas, torturadas, ni asesinadas, por eso la lucha dice presente este día, con la memoria, la verdad y la justicia como corazón”, finalizó.