Un pueblo de Púan pide que echen a un asesino que recibió arresto domiciliario

19 julio, 2018

Un pueblo de Púan pide que echen a un asesino que recibió arresto domiciliario

Gustavo Ravainera, alias “El Lagarto”, mató a María Victoria Charadía y Horacio Iglesia Braun, hace 18 años en Bahía Blanca para robarles el auto. Estaba condenado a prisión perpetua, pero en las últimas horas, por una enfermedad terminal, la Justicia lo benefició con el arresto domiciliario. La decisión indignó a los vecinos de Villa Iris.
Según el juez de Ejecución Penal N°1 bahiense, Claudio Brun, Ravainera padece un cáncer terminal de pulmón y los médicos que lo examinaron recomiendan que el encierro de la cárcel no es el ámbito adecuado para atravesar su enfermedad. Desde hace unos días, vive en una casa de la zona con una pulsera electrónica.
El pueblo no quiere convivir con un asesino y por eso marcharon esta tarde hacia la ex terminal para exigir que lo echen. “No es bienvenido. Lamentablemente un juez dio la orden y por eso está acá con arresto domiciliario en la casa de su hermana”, manifestó una de las organizadoras de la manifestación a La Brújula 24.
“No me interesan los argumentos del juez ni de los profesionales. Es un asesino y debe estar en la cárcel”, dijo Roberto Chiaradia, padre de María Victoria. Reconoció que la decisión tomó por sorpresa a su familia y a la de Iglesia Braun ya que se enteraron por los medios de comunicación.
“Eso no podemos permitirlo y me sorprende que el juez no tenga en cuenta la ley de Protección a las Victimas que logramos que se aprobara el año pasado”, remarcó Bagnato, en diálogo con Canal Siete de Bahía Blanca.
El doble crimen
La noche del 27 de agosto de 2000, Iglesia Braun, cuyo padre había sido comisario de Bahía Blanca y luego fue jefe de la Bonaerense, pasó a buscar a su novia. Dijeron que iban al cine, pero nunca los vieron llegar allí.
Los secuestraron. Primero los llevaron hasta Tornquist y luego a un monte cercano a Coronel Suárez. El 4 de septiembre encontraron sus cuerpos. Los habían matado de dos balazos en la nuca para robarles el auto, desmantelarlo y colocar las partes en el mercado ilegal.
En 2003 hubo tres sentenciados por ese delito, pero la investigación siguió y dio con otros tres a los que vinculó con el homicidio. Solo “El Lagarto” resultó condenado, después del testimonio de dos testigos de identidad reservada que aseguraron que Ravainera “se sacó y mató a los chicos”.
Tras cinco pedidos de prisión domiciliaria rechazados, el juez Brun se lo concedió la semana pasada y Ravainera se fue a vivir con una hermana a Villa Iris.
Allí, donde viven casi dos mil personas, están reuniendo firmas para que el Concejo Deliberante de Puan, partido al que pertenece, se dirija a la Justicia y lo echen del pueblo.

Fuente: Minuto Uno.