El fiscal Bianconi admitió dificultades en la justicia para comunicar sobre su trabajo a la sociedad
En una amplia entrevista con Oscar Ravella, el fiscal José Bianconi repasó lo que tiene que ver con la cotidianeidad de su trabajo en el Ministerio Público, al tiempo que compartió una mirada sobre el rol que desempeña el fiscal en el proceso penal y una evaluación con perspectiva histórica de las relaciones entre delito, justicia y sociedad. Aseguró que la justicia tresarroyense trabaja como pocas, sin embargo no ha advertido la importancia de comunicarlo eficazmente a la comunidad.
“Ha cambiado mucho todo; en el año 1992 se creó la sede penal en Tres Arroyos y desde ese momento todos hemos cambiado. Antes, el Poder Judicial funcionaba en general como una advertencia, un freno, la amenaza de que ante la comisión de un delito algo iba a pasar, un proceso o una sentencia, y ese temor era visible. Uno de los actos más importantes del proceso es la indagatoria, prevista en el artículo 308 y que es el primer acto de defensa del acusado. En aquel momento, de 10 acusados 4 reconocían haber cometido aquello por lo que se los indagaba, mientras que los otros 6 guardaban respetuoso silencio, que es el derecho de todo ciudadano. Hoy, los 10 dicen que no fueron, que es todo un invento…En ese aspecto, el proceso y lo que eventualmente podía ser una sentencia, actuaban como una prevención que no existe hoy. Podemos pensar incluso que la posibilidad de que la sociedad separara o raleara al delincuente en sí actuaba como freno, cosa que hoy tampoco ocurre. Pasan hechos aberrantes y al instante el sospechoso aparece en los medios dando una versión totalmente distinta, mientras todos miramos expectantes sin advertir que esa persona puede ser responsable de un delito grave”, reflexionó Bianconi, al tiempo que admitió que el Poder Judicial no logró acompañar este cambio con una buena comunicación con la sociedad.
“La actividad del Poder Judicial en Tres Arroyos, en cantidad de casos, duración de los procesos y porcentaje de esclarecimiento y condena, se cumple como en pocos lugares y como establecen los códigos fundamentalmente en cuanto a su durabilidad, sin embargo eso no se da a conocer a los medios. Y tampoco existe la persona encargada de brindar esa información, que diga por ejemplo ‘en el mes x se dictaron tal o cual sentencia’, y cuando se conoce esa información, es por la buena voluntad del periodista que se acerca a buscarla. En algún momento nosotros difundimos información, pero al no reflejarse como esperábamos, no prosperó”, admitió finalmente.
