Caso Katherine: el suicidio del nieto de “Canini” González reavivó la polémica en Monte Hermoso

9 agosto, 2018

Caso Katherine: el suicidio del nieto de “Canini” González reavivó la polémica en Monte Hermoso

A más de tres años del impune homicidio de Katherine Moscoso, una nueva muerte se sumó a la causa y no sólo reavivó la polémica y las especulaciones, sino que reabrió la grieta social que sufre Monte Hermoso desde mayo de 2015. El fallecido es Josué González, de 21 años, quien ayer se suicidó en la casa 37 del barrio Procasa.
El joven era nieto de Juan Carlos “Canini” González, el hombre que fue linchado hasta la muerte por vecinos del balneario a las pocas horas del hallazgo del cuerpo de Katherine.
Sin embargo, este no era el único vínculo de Josué con la causa. Su nombre también estaba mencionado en una de las cuatro hipótesis del homicidio que barajaba la Justicia.
Josué y Katherine habían sido vistos en la madrugada del domingo 17 de mayo de 2015, a la altura de la calle Pampa al 900, discutiendo y forcejeando. Seis días después el cuerpo de la joven apareció enterrado a escasa profundidad en una zona medanosa ubicada a apenas 5 cuadras de allí.
Josué, sin embargo, nunca llegó a ser imputado formal o procesado porque durante la investigación aparecieron no menos de cinco testigos que dijeron haber visto a Katherine en la casa de “Canini” González el lunes 18 de mayo de aquel año.
La Justicia tampoco consideraba como un elemento determinante que el chico haya escrito en su Facebook, en aquel momento, la frase “Estoy arrepentido, me mandé una cagada”. Según él, lo hizo sin pensar, para disculparse con su madre, y después lo borró porque la mujer lo obligó.
Otros vecinos también mencionan que en el balneario circulaba un audio anónimo en el que un familiar del chico lo vinculaba con el homicidio.
Por todo esto, para un sector de la opinión pública montehermoseña Josué habría tenido una participación clave en el crimen, y su decisión de ahorcarse con un cinturón, justo en la propiedad donde vivía su abuelo, no haría más que confirmar la culpa que sentía.
Desde su entorno niegan en forma tajante esta teoría y contraatacan: Josué estaba sumido en un grave cuadro depresivo por la pérdida de su abuelo y el rechazo social que sufría desde que ocurrió el homicidio de Katherine. Parientes y amigos coinciden en que había sido utilizado como “chivo expiatorio” para desviar la investigación del caso.
Fuentes judiciales confirmaron hoy que el joven le venía diciendo a su padre -que es uno de los ambulancieros de Monte Hermoso- que no aguantaba más y que se iba a suicidar. Incluso llegó a pedirle un arma, y ayer le aconsejó que no fuera a la casa de “Canini”. Fue su padre quien lo encontró sin vida.

Fuente: La Nueva.