Garmense obtuvo un 2° premio en concurso de cuento breve en Roma

18 abril, 2019

Garmense obtuvo un 2° premio en concurso de cuento breve en Roma


Una vecina de De la Garma, Beatriz Donati, obtuvo el 2° premio del Instituto Cervantes de Roma, durante un concurso literario internacional de cuento breve.
“Este instituto, tiene en ciudades italianas sedes, donde enseñan lengua española y tiene una biblioteca y actividades con ese mismo fin. El mismo, organiza un concurso de cuento breve con determinadas características. El tema era Cuéntanos tu Viaje y mi hija me estimuló a participar y la primera sorprendida fui yo, cuando saque el segundo premio”, dijo a LU24.
Agregó que el tema era libre y la forma de escribir también.
“Me gusta escribir; lo hago hace unos años. Susana Lang me estimuló mucho cuando dio sus talleres de escritura en De la Garma y he llegado a cuatro finales de los Torneos Bonaerenses y 3 veces participé en una selección de libros solidarios, que hace la Universidad Nacional de La Plata en la Facultad de Bellas Artes, es algo que me gusta”, mencionó.
Ama de casa y docente de idioma italiano, comentó que aún no se contactaron con ella, pero que “el premio era un curso de lengua española y poder participar de las actividades y el segundo eran libros y una tarjeta de libre acceso al instituto que no podré usar por la distancias. Estoy feliz”.
Dijo haberse inspirado en alguien de su familia “que de muy chico tenía la ilusión de conocer el mar”.
El cuento de Beatriz, “Sueño de Mar”, fue seleccionado entre 77 relatos que fueran enviados desde distintas partes del mundo.

Sueño de mar
Una mochila como único equipaje y mil recomendaciones. Desde mi pueblo mediterráneo comenzó el viaje aquel domingo de verano. Desde allí, donde las serranías me rodean y me perfuman. El paisaje, poco a poco, fue cambiando. Las alturas se allanaron y se hicieron pampa intensamente verde e interminable. Me volví ruta, viento, sol y tiempo. La ansiedad me traspasaba, no quería preguntar. Cada tanto jugaba a adivinar cuanto faltaba, menos me contestaba. La promesa se estaba cumpliendo, era lo más importante. Kilómetros de asfalto recorridos, cruzando puentes escuché ríos, descubrí arroyos, me saludaron manos amigas. Todo me asombraba. Y fue noche, cuando llegamos. Mañana temprano, me calmaron. Apenas dormí. Cuando el sol se coló por una rendija de la ventana, de un salto estaba listo. Entonces, por un momento, cerré los ojos y abrí el
corazón. Y sentí el ruido de las olas, el olor de la sal y una brisa fresca en mi cara. Abrí los ojos para encontrarme contigo. El mar infinitamente azul me llenaba el alma.