Mujer denuncia a un anciano acosador en pleno centro de la ciudad

30 abril, 2017

Mujer denuncia a un anciano acosador en pleno centro de la ciudad

Circula en las redes sociales el relato de una dramática situación que le tocó vivir a una vecina de la ciudad, en las inmediaciones de la Plaza San Martín, el sábado, a las doce y media de la mañana, cuando un hombre, mayor de edad, según escribe en su cuenta de Facebook la saludó: “respondí pensando que dijo buen día, pero evidentemente dijo otra cosa, al instante giró sobre sí mismo y continuó acosándome”, agrega la mujer.

“Crucé la calle porque creí que no podía, se lo veía como un anciano, pero sí lo hizo, tuve que entrar un comercio cercano donde me conocen para sentirme contenida, pero lejos de irse, empezó a pasar una y otra vez por la vereda y por la de enfrente, la del CEF”, manifiesta.

La mujer cita que una de las personas que se encontraban en el local se ofreció a llevarla a su domicilio teniendo en cuenta la actitud del hombre, quien al verlas salir dice que la estaba esperando a ella y que “estaban todas muy lindas”.

Cita también la damnificada su preocupación por la presencia de extraños en la Plaza San Martín, no advirtiendo en ese momento presencia policial alguna.

Desde la Estación Policial Tres Arroyos Primera se confirmó la versión, indicando la autoridad que la señora concurrió con su marido a formalizar la denuncia, y que se formó un expediente que irá a consulta a Fiscalía, la que determinará las características del hecho y caratulará la causa, disponiendo medidas adicionales a las que requiere ya la Policía, como son las copias si las hubiese de las Cámaras de Seguridad a la hora del suceso, la identificación de los domicilios y la declaración de la damnificada y los testigos que la misma pueda aportar.

 

A continuación el texto de la victima que circula por las redes sociales:

“A mis amigas/os de Tres Arroyos, lamentablemente tengo que volver a contarles que pasé una experiencia bastante desagradable. Hoy sábado al mediodía en la plaza San Martín crucé a un hombre mayor, bien mayor, casi pelado, flaco y enjunto, con jean y sweater verde oscuro, y al verme me dijo algo, creí que era buen día y le respondí igual, pero evidentemente no, porque giró sobre sus talones y empezó a perseguirme. Apure el paso creyendo que lo iba a perder pero me equivoqué. Amague con cruzar creyendo que quizás no le dejaban salir de la plaza (parecía uno de esos viejitos que dan vueltas a la plaza) y me volví a equivocar porque cruzó, cada vez más rápido y cada vez más cerca mío. Decidí entrar al local El Baúl de los Retazos porque son amigas mías y me iban a contener. El hombre me vio entrar y empezó a ir y venir por la cuadra, en la misma vereda y la de enfrente (la de CEF) mirando con insistencia dentro del local, donde las mujeres pasamos de la incredulidad a la preocupación. De repente desaparece y aunque me ofrecían llevarme dije que no, que ya se había ido. Siempre sintiendo que era un pobre viejo perdido. Baboso quizás pero perdido. Cuando salgo está esperando escondido en la esquina. Me desespere y el viejo que no me vio salir, se acercó al local y ante la confrontación de las mujeres les dijo ¡que me estaba esperando a mí! Y luego les dijo que “eran todas muy lindas” Ya era para asustarse más que reírse, y enseguida salió la señora que se ofreció a llevarme. Mientras ella me ayudaba a entrar al auto, el viejo me vio y me sonreía murmurando cosas. Fue feo. Fue triste. Todo el tiempo me sentí segura porque de un sopapo lo tiraba al piso ( me preocupaba incluso llegar a ese punto y terminar denunciada por acoso o maltrato a un anciano) pero indignada porque sentí que disfrutaba ver cómo nos asustaba, y eran las doce y media, y no había un policía cerca en la plaza…también dudando si era enclenque o no porque me siguió el paso sin inmutarse…y mintió descaradamente sobre que me estaba esperando…y si es una persona enferma o con algún problema no debe salir sola ( ¿y si acosaba a un chico chiquito/a?)

No es la primera vez que me pasa pero si la primera en Tres Arroyos. Llegué a casa tambaleante después del susto (cuando la señora que me trajo me dejó en la Avenida a dos cuadras de casa, llame a Jorge porque me bajó de golpe la presión al sentirme lejos del tipo y segura) Ya en casa llame al 911 porque me pareció importante dejar constancia sobre el hecho. Y vino el patrullero a casa. Y tomaron la descripción del tipo, diciéndome incluso que en la cuadra siguiente hay una especie de geriátrico/pensión donde desde Asistencia Social llevan personas con problemas o convictos. Lo cual es tremendo si el viejo, como sospechaba el policía, salió de ahí, a un par de cuadras de tres colegios y jardines. Por favor estén atentos por Uds. y por sus chicos. Para mí fue un mal momento pero no es el primero y por instinto siempre termino reaccionando bien. Pero es una mierda. Andar por la calle con miedo. Enseñarles a tus hijos a tener miedo. Aunque lo disfracemos de ser precavidos. Es injusto. Es agotador. En un mundo sano esto no pasaría. Y es una cagada que no vivamos en ese mundo sino en uno donde a plena luz del día cualquier cosa puede pasar.

Compartan y alerten. Especialmente si andan por la zona (plaza San Martin en la esquina de Lucio V López y Sarmiento)

Gracias por leerme”