Páncreas artificial: “Es como estar de vacaciones con la enfermedad”, dijo Patricia Tenaglia

17 noviembre, 2017

Páncreas artificial: “Es como estar de vacaciones con la enfermedad”, dijo Patricia Tenaglia


Patricia Tenaglia, quien integra, como paciente diabética, el desarrollo del proyecto del páncreas artificial, elaborado por técnicos del CONICET, a través de un algoritmo que comanda una bomba de infusión automática de glucosa, habló con LU 24 y agradeció “la posibilidad que me brindaron, porque uno viviéndolo puede transmitirlo de otra forma, lo que es muy importante”.

Relató: “Yo tengo una bomba de insulina con un sensor que indica la cantidad de glucemia el valor que tenes en ese momento y el algoritmo le dice a la bomba cuanto tiene que inyectar en todo momento, sobre todo cuando la glucemia se eleva por ejemplo al momento de comer”, a la vez que explicó que “éramos cinco pacientes, y era muy lindo ver la curva que permite que cuando la glucemia tienda a subir, hace que la bomba tire más insulina, lo que hace que baje, y de esa forma se mantiene estable, en una línea casi recta, sobre todo cuando el paciente termina de comer, tarda un par de horas hasta que se estabiliza y gracias al proceso artificial eso lo mantiene en todo momento”.

“Todos los días en la vida de un paciente diabético, comienzan en el desayuno, cuando tiene que medir la glucemia y ver cuánto te tenés que inyectar, de acuerdo a los hidratos de carbono” dijo.
“Lo que puede suceder es que cuando uno se inyecta demás, hace que ya se te complique el día, porque con más insulina produce hipoglucemia y hace que tu vida no sea normal, pero gracias al algoritmo, el cuerpo resuelve los hidratos de carbono y es como estar de vacaciones en la enfermedad, es una preocupación menos, es calidad de vida”, afirmó Patricia.

“Si uno tiene que hacerlo –inyectarse – cuatro veces en el día, hay que medir la glucemia, ver cuántos hidratos de carbono tiene cada comida, y a veces no está explicado en todos lados, a veces una galletita en el plato no tiene rotulo”, advirtió.

La tresarroyense comentó que trabaja “en Comercio Exterior, una actividad estresante, que no ayuda a la enfermedad”, y finalizó diciendo que ella participó “en la segunda fase , que es la que ya los pacientes no están internados, sino que son considerados remotos, para tener más precisión en una vida casi normal, sin tanto monitoreo médico, para ver cómo funciona en los pacientes diabéticos, esa es la parte que se está intentando hacer, pero requiere de mucha inversión”.