Violencia extrema: Los vigilaron, ataron, golpearon, robaron con armas y amenazaron con llevarse al nieto

1 diciembre, 2018

Violencia extrema: Los vigilaron, ataron, golpearon, robaron con armas y amenazaron con llevarse al nieto

Luego del violento robo en un establecimiento rural ubicado cercano a la planta urbana el último jueves y de una serie de allanamientos concretados anoche en la ciudad en el marco de la investigación del mismo, una de las víctimas de lo acontecido, Nicolás van den Berg, brindó los escalofriantes detalles de lo sucedido. Los ataron, golpearon, apuntaron con armas y hasta amenazaron con llevarse al nieto de un año y medio de vida.
Van den Berg, relató crudamente esta mañana a LU24 como fueron aconteciendo cada uno de hechos en el marco del robo, con una violencia aberrante: “Estaba en la chacra y entré a alimentar a los animales en un galpón, medio dormido a las 7 de la mañana aproximadamente. Me salió uno de atrás de un pilar y otros me agarraron por detrás. Me ataron con alambre de fardo en manos y pies y me pusieron una bolsa de residuos con restos de harina en la cabeza y también me la ataron. Ahí, me tiraron en el medio del galpón. Me pegaron; me clavaron un destornillador en la panza y me apuntaron con una pistola”.
Van den Berg recordó también: “Les dije tengo 20 mil pesos, váyanse y no le hagan daño a mi familia. Mi señora estaba levantada adentro con mi hija y el nieto y mis otras dos hijas durmiendo. Me llevaron del galpón a la cocina y nos sentaron a todos en el sillón. Despertaron a todos. Ataron y le apuntaron a mi nieto; dijeron barbaridades. Les pegaron a mi mujer y a las chicas. Había uno que era muy agresivo”.
“Rompieron toda la casa y revolvieron todo. Cuando me agarraron el nieto les dije llévame donde tengo la plata y te vas. Lo llevé hasta el lugar, le di los 50 mil pesos, y me dijeron que querían más y le dije que no tenía. Me sientan de nuevo y mi señora les dijo que le daba otro poco de plata que ella tenía y se iban. La llevaron a la pieza, la ataron más y boca abajo a la cama y le dijo donde había unos dólares y los sacaron. Ahí ya iban unos 190 mil pesos. Empezaron a atacar a las chicas y les sacaron unos 20 o 30 mil pesos más de sus ahorros. Seguían amenazando; se querían llevar el nieto, y que se llevaban la camioneta y el nene de un año y medio. No se lo llevaron, dejaron todo ahí nomás y se fueron. Una de mis hijas, la madre del nene que estaba atada hacia adelante se pudo desatar con la boca y me desató a mí. Salimos afuera y se escuchó sonar mi teléfono que lo habían tirado al costado de la casa. Llamamos a la familia y la policía. “El miedo que tenía era que agarraran las chicas que estaban durmiendo y les hicieran algo a ellas. Lo que más recuerdo también es que con el nylon en la cabeza no podía respirar, ni hacer nada”.
Destacó que sus hijas están muy mal y que su mujer tampoco quieren estar más en el campo. “Somos trabajadores. Nosotros trabajamos, no robamos. No puede ser que haya tanta delincuencia. En el mes, cuatro veces nos robaron. A veces uno no hace la denuncia por la burocracia y el tiempo que tardas. Estas un día para que hagan algo”.
Recordó que la noche anterior estaba con los vecinos: “Ellos ya han estado en el galpón pispiandonos y me fui a dormir. Mi hija llegó a la noche y a la mañana antes de matear, salí y ellos sabían todo. Así que estuvieron aproximadamente 12 horas esperándome a mí, para que yo estuviera solo en algún lugar. A ellos le dijeron que si me agarraban bien despierto no iban a poderme agarrar, y que se metieran adentro con la familia. Esa fue la información que les dieron a ellos y me contaron hasta que yo había salido en calzoncillo y la hora que había llegado mi hija”.
Mencionó que el hecho comenzó en un galpón retirado, a unos 30 metros de la casa. “Es adentro del casco de mi propiedad. Está bajando la Ruta N° 228 a la altura del km 134 en la bajada. “Yo me imagino que los llevaron por la calle lateral al galpón que queda a unos 300 metros y de ahí fueron caminando y allí espiaron. Porque cuando tenían todo, nos dijeron sino nos vienen a buscar, nos llevamos la camioneta. Yo tengo mucho movimiento en el campo y ese cuarto delincuente, no ha querido venirlos a buscar”.
Finalmente consternado e indignado advirtió: “No quiero que le pase a ninguno más, esto no puede ser, esta gente debe desaparecer, no son humanas”.
La camioneta de Van den Berg, apareció a las 9.40 horas en el Parque Cabañas, una hora después de que partieran de la propiedad los malvivientes. Remarcó que les habían robado hace 15 días atrás y agregó: “A mi hermano Pedro le robaron el lunes y el miércoles. El sufre robos hace tiempo”.
Dijo también que en cuanto a los resultados de los allanamientos concretados en el marco de este hecho, que “no me informaron nada todavía desde la policía”. Aseguró además que los delincuentes “no estaban ni drogados, ni borrachos. Estaban bien lúcidos. Tenían mucha información, de donde la sacaron no sé”.
Por último sentenció: “Hay seguridad, pero la policía no tiene poder. El tema es la justicia. Hay que sacar gente y poner a quien la haga de verdad”.