Protagonistas -escribe: Omar Eduardo Alonso
El mundo ha estado y está poblado por tresarroyenses notables en distintas actividades de variado tipo.
Este espacio procurará recordar a muchos de ellos.
Hoy: Lanfranco Burattini
En términos generales puede afirmarse que no han sido muchos los tresarroyenses que han logrado abrirse camino en la industria cinematográfica.
Me vienen a la memoria dos casos, lo que no significa que hayan sido los únicos.
Juan Vitali es uno de ellos. Descendiente de Giuseppe Vitali, aquel inmigrante italiano que llegara a ocupar los máximos cargos públicos de su época.
Recuerdo haber escrito al respecto en una crónica publicada el 8 de agosto de 2020.
El otro caso que refiero es el de Mario David, cuya trayectoria en la cinematografía nacional es intensa y muy reconocida.
También sobre el particular escribí una crónica publicada el 10 de julio de 2021, de modo que los interesados pueden tener más datos allí.
Más recientemente quien eligió el camino de la industria del cine es el señor Lanfranco Burattini, quien abandonó la tradición familiar iniciada por su abuelo, Antonio, y seguida por su padre, Lanfranco.
La metalurgia fue el camino trazado familiarmente con un éxito y proyección notables.
Lo cierto es que ahora se está marcando una trayectoria en una especialidad muy concreta de la actividad cinematográfica: los efectos especiales.
Este tresarroyense es director de cine y es un referente consultado por los medios en las ocasiones en que se requiere una palabra autorizada sobre estos temas.
En ese sentido ha brindado entrevistas en las cuales ha repasado aspectos de la actividad que desarrolla, de modo que me parece imprudente redundar en los conceptos contenidos en las mismas.
También ha sido partícipe de algunos cursos dictados en nuestro medio.
Nota 16
10-1-24
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