Aseguran que el anuncio de entrega de terrenos es “un paso muy importante”

La secretaria de Desarrollo Social, Dra. Claudia Cittadino, aseguró que la mayoría de las familias que recibirán terrenos del municipio, luego de que les fueran usurpadas las viviendas asignadas del Plan Plurianual años atrás, “no están conformes, pero si contentas”.
Cittadino recordó que en aquel entonces, después de realizarse el sorteo de las viviendas, “eran 82 las familias sufriendo usurpaciones. Algunas se fueron resolviendo por diferentes situaciones, pero llegamos a 33 familias sin una resolución definitiva. Es cierto que había 2 millones para empezar a hacer las casas, pero no estaban los terrenos. Esto está en vías de lograrse ahora. Después de una legislación y trabajando en la Escribanía General de Gobierno se regularizaron algunos. Este año las mujeres han venido reclamando más fuerte, digo mujeres porque son la mayoría de los casos. Son todas situaciones complicadas, ya que eran contenidas por la Secretaría. Se trataba de todas viviendas sociales esas, es decir gente que realmente la necesitaba y con muchos chicos. Entonces nadie les quiere alquilar, por lo cual éramos los más interesados en que esto se pudiera resolver. Se reunieron conmigo, con Carlos Sánchez, con los concejales y finalmente, todo pudo acomodarse a través de la Comisión de Tierras. Es un paso muy importante. Ahora nos queda buscar algún plan de viviendas para resolver este tema, se viene un plazo largo, pero es un paso importante. Ellas no están conformes, pero están contentas. Es una situación lógica. Algunas tal vez podamos iniciar dándole materiales, pero no todas tienen la mano de obra”, relató.
En cuanto a la situación de las usurpaciones concretadas y la resolución judicial la funcionaria aseguró que a cuatro años de haberse registrado esta situación aún es difícil. “Hay casas que han pasado varias veces ya por varias manos, con lo cual esto vuelve más difícil para la justicia. Han nacido chicos en esas casas. Es muy difícil poder sacarlos, porque eran un bien que no estaba asignado a nadie todavía, no había una posesión. Solo había un acto del municipio. Al Instituto de la Vivienda le importa que haya alguien que la necesita. Hace un censo y hace la chequera a nombre de la persona que está en el momento del censo. Además, en alguna casa en algún momento, (muy pocas), se dictaminó el desalojo de la misma. Cuando fuimos, había chicos, eran una situación difícil, y en el mismo oficio que el juez manda, decía que el municipio tenía que resolver la situación habitacional a la familia que estábamos desalojando”.