Canto al pescador

Puede ser un día cualquiera; la caña está preparada
el haragán, la carnada, el reel limpito y al pelo,
una caja con anzuelos y un atado de plomadas
A no olvidarse muchachos, el balde con las almejas,
ponerse una gorra vieja y atajarse del solano.
Un trapo para las manos, encendedor, cigarrillos,
y en la cintura un cuchillo a la usanza del paisano.
A no perder mucho tiempo y saltar como un resorte.
Hoy tenemos viento norte y el pique es casi seguro.
Todos andan con apuro; no hay que olvidarse de nada.
Hay que llevarse bajadas, mosquetones y chicotes.
Si no hay corte a lo pavote, la pesca está asegurada.
¡Vamos muchachos!…a apurarse, menos charla y denle pata
A ajustarse la alpargata que el asunto está que arde.
Se está haciendo tarde con tanto preparativo.
Pocas nueces..Mucho ruido..Cada cual tiene su maña.
Vayan cargando las cañas y a salir como un soplido.
Hay que buscar un lugar.
Quizás El Caracolero…Medano Verde…El Letrero
Hay pozos a regalar
Lo que uno quiere es pescar; no tiene nada de raro.
Si sale barato o caro, eso no tiene importancia,
y al no molestar la distancia nos alejamos del faro.
Hay que ir a mirar el mar, si está bajo o alto
Si nos vamos para el salto, es un peligro tirar.
…Claro…ahí se puede dar…en la piedra anda el pescado
Más … si errás pique cantado, cuando quieras recoger
Seguro habrá un enganche forzado.
Así son los pescadores, igual que gallos de riña.
Ahí van a lanzar sus líneas, despojados de temores
buscan los mejores peces que el mar les entrega
como un jardín que se riega para que siempre florezca.
Para aquel que va de pesca con una ilusión constante,
se enriquece a cada instante por cada tirón que pega.
La plomada es la ilusión que uno arroja con destreza
Es un símbolo que expresa al pescador devoción
Es tener esa emoción que uno busca entusiasmado..
Es el trueque de un pescado a cambio de ese tirón.
Sos el guardián de la costa, soldado de mar abierto
Para vos es un concierto el rugir de las olas.
Tu ambición es una sola; un centinela en el mar.
Con tu caña de pescar, haragán, balde de almejas…
y con una gorra vieja, así te quiero cantar.
Que sople con fuerza el viento; que la arena te salpique.
Vos esperás “ese pique”, y lo mismo estás contento
De ti no se oye un lamento porque el pescar es tu fin.
Serás como un paladín…Pescador ¡este es tu suelo!..
Con la caña y el anzuelo, seguí con tu berretín.
Juan Ramón Santos