Carta de agradecimiento al personal de salud

A la directora técnica del Centro Municipal de Salud del partido de Tres Arroyos, Dra. Ana Beatriz Basilio.
Yo Lic. Daniel R. Becerra, pastor de la Iglesia Evangélica Bautista “La Roca” de Tres Arroyos, a través suyo, deseo agradecer a todo el personal que me asistió desde el día miércoles 4 de noviembre, cuando ingresé por el área “respiratorio” hasta el lunes 9 del mismo.
Comenzando por la recepción en administración y las doctoras que me recibieron con un cuadro de principio de neumonía, problemas gastrointestinales a causa del COVID 19.
Fui internado de inmediato en la habitación número 1 de la sala de COVID 2. Después que el hisopado dio positivo, el domingo 8 fui trasladado a la habitación 7 de la sala COVID 1. Desde el momento que ingresé al hospital, un ejército de agentes de la salud me asistió de una manera ágil, efectiva, con profesionalismo, calidez, respeto y empatía. Por lo tanto, agradezco a cada doctor/a, también a aquellos que hicieron el seguimiento telefónico, a los que daban el parte médico a mi familia y, en su momento, agradezco que me permitieran comunicarme con ellos por videollamada; a la supervisora, a cada enfermera, al personal técnico (análisis, radiografías, ecografía, mi situación incluía una hernia inguinal), al personal de cocina y personal de maestranza. Todos, absolutamente todos me hicieron sentir que estaban atendiendo a un amigo, a un familiar, a un conocido de siempre.
Quiero decirles que estuve ahí, y escuché y percibí el arduo trabajo que hacen. Están en el frente de batalla. Si me preguntan dónde está nuestro Señor Jesucristo ahora, además de estar en el cielo y en todas partes, les diría que Él está especialmente ahí, asistiendo a cada paciente con y a través de cada uno de ustedes y a la vez están cuidando y socorriendo al Señor Jesús representado en cada enfermo.
Se une a este agradecimiento, mi esposa Lic. Verónica V López, quien también pertenece al equipo de salud del hospital.
Les digo que ninguno de los que se esfuerzan por esta causa, quedará sin recompensa. Un fuerte abrazo, gracias por tanto, Jesucristo me sanó y ustedes fueron su instrumento, Dios los bendiga.