Catriel y su legado

Cipriano Catriel fue considerado “cacique general de las pampas”, es decir de una extensa región que incluye la totalidad del distrito de Tres Arroyos.
Había nacido en 1837 y fue asesinado por su propio hermano, Juan José en 1874 tras ser acusado de traidor.
Catriel fue una dinastía de caciques pampas que se desarrolló en los siglos 18 y 19, incluyendo a Catriel viejo, Catriel joven, Cipriano Catriel y Juan José Catriel. En la actualidad quedan descendientes de ese mismo apellido en la zona de Azul.
Cipriano fue colaborador de la Guardia nacional y se sumó a las huestes de Mitre por lo que su propio hermano lo ultimó a lanza pura.
Pero durante su tiempo, fue amo y señor en estas tierras y su legado aún es motivo de consideración y puede decirse que será suya, a través de sus descendientes, la decisión que se tome sobre los restos del enterratorio del Yacimiento Arqueológico Tiro Federal.
Ya se ha informado que la Asociación Encuentro Indígena ha iniciado gestiones para la aplicación de la ley 25.517 que estipula la restitución de los restos mortales de aborígenes que formen parte de los museos y/o colecciones públicas o privadas, cualquiera fuera su característica étnica, que deben ser puestas a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que los reclamen. El uso científico solo puede desarrollarse con expreso consentimiento”.
La Asociación Encuentro Indígena inició una gestión ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas para que los 46 esqueletos extraídos del yacimiento local, sean restituidos al mismo.
El mencionado Instituto Nacional creado en 1985, es un organismo descentralizado que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y tiene como objetivo fundamental el seguimiento y estudio del cumplimiento de la ley 25.157 y su decreto reglamentario 701 de 2010.
Un poco de historia
El 2 de mayo de 1972 dos jóvenes estudiantes, Aldo Rubén Elgart de 20 años y Julio César Mottola de 18, aficionados a la investigación ubican los primeros rastros en lo que se denominó sitio uno de Arroyo Seco.
Se comunica la cuestión al señor Alfredo Morán, de la subcomisión del Museo Mulazzi, que por entonces funcionaba en la Biblioteca Sarmiento.
El 21 de setiembre de ese año se descubre el primer enterratorio, luego otro en octubre, y un tercero el 12 de noviembre. A unos 800 metros se encuentra lo que se denominaría sitio 2.
Del 15 al 29 de enero de 1977 se hace el primer trabajo de campo, concurriendo varios estudiantes, incluyendo a Gustavo Politis, todos dirigidos por el doctor Alberto Rex González que continuaría como asesor y coordinador.
En Julio de 1978 el entonces director del Museo Municipal, Luis Meo Guzmán organiza una exposición en el ex museo scout con los materiales extraídos y se continúan los trabajos.
En 1981 se constituye la Asociación Ameghino, que tendría participación activa en todo el proceso siguiente.
Para ser breve, recordar convenios con la Universidad Nacional del Centro, y la participación excluyente del ya profesional Gustavo Politis en la prosecución de las investigaciones.
Se realizarían análisis de radio carbono 14 que estipularían una antigüedad de 14.500 años de los restos hallados y generaría diversos trabajos de divulgación del mismo Politis, algunos de proyección internacional.
Esto implicó que se fuera de Tres Arroyos un volumen no muy bien precisado de material para ser sometido a investigación científica.
Nada de los restos humanos quedaron aquí pues al parecer deben ser conservados en condiciones especiales de temperatura y humedad para evitar su deterioro. De tal forma fueron derivados a dependencias de la Universidad Nacional del Centro.
Puede suponerse que todo este movimiento ha quedado debidamente documentado, pero también debe admitirse que no han sido pocas las versiones y especulaciones sobre este tema.
Seguramente todos estos detalles saldrán a la luz en caso de prosperar la iniciativa que motiva esta nota y que ha tomado estado público y además fue oportunamente comunicado a autoridades municipales y es probable sea motivo de una presencia en la denominada “Banca 19”.
Esta es una buena ocasión para que todo quede claro.
Reacción
Se sabe, aunque no oficialmente, que Gustavo Politis tuvo una comunicación con los impulsores de la cuestión.
Habría manifestado que es preciso continuar con más trabajos de determinaciones científicas y que el proceso de restauración que se impulsa debe contar con un pedido concreto de los descendientes del cacique Catriel, en cuyo territorio ancestral se encuentra el yacimiento.
En consecuencia se abren algunos interrogantes sobre el camino a transitar hacia el objetivo propuesto, que ya está lanzado públicamente.
Como antecedente puedo señalar que en 1999 fue iniciado un reclamo impulsado por Matilde Modesta Catriel para la restitución de un cráneo y un poncho de Cipriano Catriel que se encontraban en el Museo de la Patagonia, en San Carlos de Bariloche.
Esos elementos habían sido adquiridos por el Perito Moreno, y fueron restituidos para ser enterrados en la ciudad de Azul en 2018.
Podría decirse que el “cacique general de las pampas” sigue marcando el destino de su legado.
Al filo de cumplirse medio siglo de aquel descubrimiento surge nítida una pregunta: ¿Cuál fue el beneficio para los tresarroyenses de contar con un yacimiento arqueológico de reconocida importancia internacional?
Y hay otro interrogante: ¿Se podrá recuperar algún día todo el material trasladado a otros lugares?
Escribe: Omar Eduardo Alonso – [email protected]
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