Conmovedor relato de la madre correntina que pudo conocer la tumba de su hijo en Malvinas
Elma Pelozo, madre de un soldado caído en la Guerra de Malvinas, pudo viajar a las Islas y dejar una flor en la tumba de su hijo, Gabino Ruíz Díaz.
Desde Corrientes contó a LU 24 cómo se organizó la travesía, dijo que tiene 80 años y es evangelista.
Como los vuelos son una vez por semana, hubo que organizar un operativo diferente para que pueda ir: se utilizó un helicóptero del Ejército que la fue a buscar hasta el departamento de San Roque, y de allí la trasladó hasta Mar del Plata, desde donde fueron a Malvinas. Fue Julio Aro, presidente de la Fundación No Me Olvides, conformada por veteranos de la Guerra y madres de los soldados caídos, quien encabezó la colecta de fondos para el viaje.
Padece de problemas de salud y está en silla de ruedas porque tiene las piernas amputadas producto de su diabetes. “Era una sueño y se me hizo realidad. Me sentí muy bien. Como dice Julio, mi hijo del corazón, `mi mamá no tiene “patas” pero tiene alas y vuela´”.
Inicialmente, el viaje estaba pautado para el 26 de febrero, aunque por las condiciones climáticas se tuve que postergar. Finalmente, el 4 de marzo pudo partir a Mar del Plata, donde gracias a la donación de un hotel, Elma pasó la noche. Al día siguiente, en un vuelo privado, salió rumbo a Malvinas.
En tanto, Julio, “pilar para que yo pudiera hacer todo esto”, relató en Perfil lo vivido: “Elma dio una cátedra de amor ante todos porque había un cura y un traductor y ella sin entender lo que él decía, cada vez que hacía una pausa decía ‘amén’. Cuando terminó, el sacerdote se acercó a saludarla y ella le puso la mano en el hombro y le habló y les deseó bendiciones a todos los que estaban ahí. En ese momento no intervino el traductor y no fue necesario porque aún sin entender lo que les decía, todos empezaron a lagrimear”.