Crítico documento de la UCR local sobre pérdidas y falta de inversión ante inundaciones

2 noviembre, 2014

Crítico documento de la UCR local sobre pérdidas y falta de inversión ante inundaciones

Con la firma de su presidente, Fredi Dodorico y de la Secretaria María Marta Naveyra, el Comité Enrique Betolaza de la UCR de Tres Arroyos, emitió un comunicado bajo el título “Y un día…volvió a llover…”, en el que realizan una serie de cuestionamientos sobre la falta de mantenimiento en los sectores urbanos y rurales que permitan un mejor escurrimiento de las aguas luego de las intensas lluvias producidas recientemente, reclaman a las autoridades municipales y provinciales la realización de nuevas obras y focalizan conceptos respecto a las pérdidas económicas que provocó el meteoro.

El texto completo del comunicado es el siguiente:

Y UN DIA… VOLVIO A LLOVER… Parece ser que la naturaleza no entiende de curvas y vericuetos a la hora de llover y al posterior escurrimiento de las aguas que se juntan en el partido de Tres Arroyos.

Sin duda alguna esto queda demostrado en los campos que están cercanos a nuestra costa marítima. Se encuentran inundados y anegados como en viejas crecidas sin control, que tuviéramos hace 15 y 30 años atrás (Intendencias de Foulkes y Aprile).

Un dato a tener en cuenta es que no llovió más que en aquellas épocas. Esto, nos permite hacer algunas reflexiones y preguntas al respecto.

Primera pregunta que surge: ¿El sistema de canales y alcantarillados del partido tendrán el mantenimiento y la limpieza correspondiente?

Segunda pregunta: Cuando se hacen entoscados y alteos ¿se tiene en cuenta la pendiente natural que sigue el agua?¿Se habrán tenido las precauciones al trazar la ruta a Balneario Reta con los alcantarillados correspondientes?¿Se tendrán en cuenta estas cosas para el trazado de la ruta Copetonas a Lin Calel?

Tercer interrogante: El diagramado de los canales que corren paralelos a los caminos de tierra del partido ¿están preparados para recibir “afluentes” de los campos vecinos? (canales clandestinos…). Estos canales, en caso de ser detectados, ¿tienen la sanción correspondiente?

Cuarta inquietud: ¿No sería lógico y acertado hacer el pedido a Hidráulica de la Provincia para que envíe personal idóneo, que efectúe un relevamiento de las curvas de nivel y hondonadas naturales por las que tendría que correr el agua cuando hay excesos?, y no se empiecen a realizar trabajos improvisados para salir del paso?

Quinta inquietud: es sabido que hace años el municipio local tiene estudios hechos de los niveles y lugares por donde deberían correr los canales. Dependencias provinciales también están al tanto de los estudios realizados, entonces la pregunta es ¿Cuál ha sido el motivo para no llevar adelante las obras?

Podríamos seguir haciéndonos preguntas, que por el momento es difícil respondernos, pero seguramente, nos sirven como disparadores para hacer algunas reflexiones.

En primer término podemos decir que realizar obras de hidráulica con los campos inundados y con la presión de los damnificados no es conducente a obtener buenos resultados.

Sin temor a equivocarnos vemos que muchos de los gastos que se realizan para dar una solución final a los problemas mencionados es inconducente. Estas obras deben planificarse y ejecutarse en los momentos de sequía, lo que permite optimizar máquinas, tiempo, mano de obra y recursos.

La inquietud de contar con especialistas de la Provincia, es porque nos daría la posibilidad que, al terminar dicho estudio, se declaren de utilidad pública las obras a realizar. De esta manera serían obligatorias, y nadie podría decir “por mi campo no pasa un canal”.

Sabemos que desde el discurso las cosas se ven fáciles. Aunque estamos seguros de poder aportar ideas y sugerencias para que las cosas se hagan mejor y los recursos rindan sus frutos.

Consideramos que las pérdidas económicas que sufre y seguirá sufriendo el sector productivo agropecuario todavía son incalculables.

Tengamos en cuenta que muchos silobolsa y muchos silos tipo chacra están inundados con la consiguiente pérdida total de la mercadería almacenada en los mismos, independientemente que ésta esté vendida o no. En muchos lugares están a salvo, pero no hay forma de llegar a ellos, dada la imposibilidad de transitar dentro de los campos y por los caminos aledaños. Esto trae aparejado, el deterioro de los granos almacenados por el paso del tiempo sin la posibilidad de hacer tratamientos adecuados. También debemos calcular los sembrados implantados perdidos y los que no se van a poder implantar

En el caso de la ganadería las pérdidas son directas. El perjuicio económico, lo verá la sociedad de consumo recién dentro de 2 años, ya que en ese momento los terneros que serían novillos, no llegarán a faena. En el caso de la vaca de cría, el problema se verá, el año que viene al momento de parir, dado que en estas circunstancias de anegamiento, falta de pasto, el mal estado corporal, harán que no se preñen, por consiguiente no darán un ternero.

Estos serían los daños directos en cuanto a lo operativo, pero no olvidemos que en muchos lugares el agua se ha llevado los alambrados y corrales, galpones y viviendas con más de un metro de agua, con el consiguiente deterioro.

Muchos productores deben recorrer grandes distancias para poder llegar a sus campos, debiendo pasar en muchos casos por campos vecinos , dando rodeos que no serían necesarios en condiciones normales .

De todo lo antedicho, sin lugar a dudas, queda demostrado que la falta de planificación y ejecución de obras hídricas en tiempo y forma, trae aparejado un sin número de problemas y mermas cuantiosas. O sea que “las pérdidas son algo más… que los 700 millones de pesos…” que dijo el Sr. Intendente Carlos Alberto Sanchez.

Los problemas de inundaciones no son nuevos, y el color del gobierno provincial y municipal tampoco.