El Centro Municipal de Salud difunde información sobre el dióxido de cloro y su toxicidad

14 agosto, 2020

El Centro Municipal de Salud difunde información sobre el dióxido de cloro y su toxicidad

La situación de pandemia que nos presenta el Covid – 19 y la sobreinformación que se recibe respecto de sus alcances es una problemática de la que deben ocuparse también los organismos científicos para extremar las medidas de promoción y prevención y como una de las estrategias para extremar los cuidados y los controles para que la comunidad cuente con información certera y precisa.
En este sentido la Organización Panamericana de la Salud en uno de sus documentos habituales de información recomienda a los municipios colaborar en la difusión y alerta a sus comunidades sobre la peligrosidad del consumo de productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados; producto que se conoció masivamente en nuestro país a través del consumo en programas de TV.

¿Qué es el dióxido de cloro y para que se utiliza?

El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones.
Al reaccionar en agua, el dióxido de cloro genera iones clorito. Ambas especies químicas son altamente reactivas, por lo cual cuentan con capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios.
Este gas se ha utilizado como desinfectante, en bajas concentraciones para la potabilización de agua (OMS: 2008, 2016) y en ensayos clínicos de antisepsia bucal.
El hipoclorito de sodio es un producto de desinfección para uso en superficies inanimadas, comercializado como lejía o lavandina con diferentes concentraciones —alrededor de 3 a 6%- .

Su toxicidad: efectos en la salud

Por lo tanto, dada su composición el dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemolisis, etc.), cardiovasculares y renales.
La disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si se las exposiciones están por encima del valor límite de exposición.
Además, la exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales.
Por lo cual desde el Centro Municipal de Salud se informa a la comunidad que su comercialización y/o consumo como tratamiento médico no cuenta con evidencia científica que apoye su eficacia y como se especificó en párrafos precedentes su ingesta o inhalación puede causar cuadros que representen un riesgo grave para la salud de las personas.
Por lo que se reitera la recomendación de NO consumir, por ningún motivo, dióxido de cloro o clorito de sodio y se especifica que no hay evidencia científica de su eficacia como tratamiento o profilaxis de COVID-19.