El mejor recuerdo para Norma Di Croce
Así despide el Dr. Darío Marcolongo a Norma Di Croce, hstórica múcama de nuestro Hospi . Te acercamos sus sentidas palabras
Si hay alguien que rezongaba con un Negro desordenado esa era Normita.
Desde que arrancábamos a la mañana en el Hospital hasta que nos íbamos siempre andabas atrás nuestro diciendo: Doctorcito hay un paciente, Doctorcito tiene que hacer receta o Doctorcito mire que se va a internar un chiquito.
Si dejábamos desordenado nos retabas, si teníamos el guardapolvo desaliñado nos acomodabas la ropa como si fueras nuestra vieja antes de ir a la escuela.
Nos dejabas las tostadas y el mate preparado en la sala de médicos esas mañanas frías de invierno cuando las ganas de ir un sábado o un domingo a la guardia eran pocas.
Hasta me ataste al cuello una lapicera de tantas veces que las perdía.
Y si Normita fuiste nuestra mama del corazón para muchos de nosotros.
Nos cuidabas, nos aconsejabas, nos perseguías y fuiste muchas veces la mejor confidente de nuestros aciertos y de nuestros errores.
Nos acompañaste y hasta acariciaste nuestro “lomo” cuando las cosas no salían bien pero eras la primera en felicitarnos cuando nuestros pacientes salían adelante.
Por eso sin caer en palabras o frases trilladas me despido de vos despeinándote (que no te gustaba que lo haga pero como era el Negrito me dejabas igual) y dándote un beso grandote.
Y para mí, para mí, me quedo con la última sonrisa que me regalaste hace una semana cuando me fuiste a saludar.
Hasta pronto Normita. (Norma Di Croce- Historica Mucama del Servicio de Pediatria)