El orensano Carlos Lanusse dio precisiones en torno a la investigación de un antiparasitario contra el coronavirus

El orensano Carlos Lanusse, médico veterinario, director del Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN), director del Laboratorio de Farmacología de la Universidad Nacional del Centro y e investigador del CONICET, dialogó esta mañana en exclusiva con LU 24 en torno a las investigaciones en desarrollo sobre el uso del antiparasitario ivermectina en la lucha contra el coronavirus.
“Estos últimos años se ha hecho mucho esfuerzo científico para lo que se llama reposicionamiento de fármacos, es decir, usar viejas drogas –aprobadas para un fin determinado en otro tiempo- para nuevos usos. En este contexto, en el mundo entero se ha trabajado con la ivermectina, un antiparasitario con muchísimos años en el mercado farmacéutico veterinario, para intentar buscarle otro tipo de efecto farmacológico, en este caso como antiviral. Se han hecho muchos trabajos de laboratorio con distintos virus, como el dengue, el HIV, el zika, y lo que ha trascendido en las últimas 48 horas y ha generado un espiral de euforia, es la publicación de un trabajo de la Universidad de Melbourne, Australia, que indica que usando concentraciones muy elevadas de ivermectina, siempre in vitro, en 48 horas este fármaco ha barrido, inhibido totalmente la replicación del COVID-19. Se trata de un trabajo serio, pero en condiciones in vitro, es decir no dentro de un organismo vivo, donde podría comportarse de otra manera”, explicó Lanusse.
“Nosotros participamos de esto porque en el CIVETAN hemos trabajado durante muchos años en la caracterización farmacológica de la ivermectina, siempre como antiparasitario, por lo que contamos con un bagaje de conocimientos sobre el comportamiento de esta droga en el organismo animal, sobre todo, pero en los últimos años también humano. Sabemos que es un medicamento seguro, no tóxico, y hay información disponible sobre su uso en medicina humana –siempre como antiparasitario-. Esto que la ubica en ventaja respecto de otras cosas que hoy se están intentando probar para el COVID -19, junto con el hecho de que está disponible en el mercado. El desafío del momento es encontrar la dosis que pueda producir efectos favorables en el infectado por coronavirus sin generar efectos indeseables”, puntualizó el investigador.
Lanusse aclaró que en plena cuarentena, el consorcio científico argentino que está trabajando en estos temas aún no está dedicado aún al uso de la ivermectina contra el coronavirus, pero por su recorrido científico, cuenta con una inmejorable ventaja a la hora de gestionar las autorizaciones para comenzar los ensayos en medicina humana en la Argentina. “Tanto esta posibilidad, que según lo que se ha investigado podría intervenir en los estadíos iniciales de la infección por coronavirus, como la de la vacuna para prevenir la infección, son cosas que se irán dando de manera lenta. Hoy por hoy, la única herramienta con la que contamos es el aislamiento”, concluyó.