El sueño de Daniel Almirón y su familia: restaurar la estación ferroviaria de Lin Calel

Daniel Almirón y su familia sueñan con revivir la estación ferroviaria Lin Calel, ubicada en el pueblo que actualmente posee 40 habitantes y está a 55 kilómetros de Tres Arroyos.
La estación está abandonada hace 60 años y ellos desean darle al pueblo la posibilidad de “un renacimiento”.
“La idea es que el turista que pasa la encuentre limpia, ordenada, pueda sacar fotos y sea de agrado. Soy de Tres Arroyos, el 17 de noviembre va a hacer un año que vinimos a Lin Calel, siempre estuve buscando hacer esto”, dijo en primera instancia en diálogo con LU 24.
Sobre su trabajo explicó que “en Lin Calel hago alguna changa con la construcción, pero lo mío tal vez es más el campo. Tratamos de vivir de lo que hacemos, la huerta, los animales, el queso, tenemos un tambito. Todo lo que es la comida la generamos nosotros”.
El objetivo de Almirón está claro, y es “recuperar todo lo que está dañado de la estación, la idea es dejarla para que la gente pueda visitarla. Todo lo que pongo es mío y de mi autoría”.
Los materiales que va utilizando para ello los consigue por cuenta propia: “cargamos unas tejas que había un contenedor con un amigo, vamos intentando reciclar lo que podemos”, indicó.
La llegada a la estación
Mediante el “OK” del intendente Carlos Sánchez, Almirón y su familia pudieron instalarse en la estación de Lin Calel: “fui a mesa de entrada de la Municipalidad, le comenté al chico que estaba ahí del proyecto que tenía y al otro día tuve la respuesta por un colaborador del intendente que me dio la autorización para ir, yo les dije que quería laburar y recuperar la estación”, contó.
“Hay gente que pensó que yo había usurpado, pero nada que ver. Estoy viviendo hace un año en el edificio de la estación”, sotuvo.
“Estamos tratando de habitar la casa que hay en la estación. Los primeros meses no teníamos luz ni agua, hoy tenemos luz pero agua todavía no. El medidor está a nombre mío por el tema del internet para que los chicos puedan asistir a clases virtuales”, dijo, al tiempo que sobre su progreso manifestó que “hoy pude comprar dos vacas más y estamos con 7 animalitos. Vinimos con nada, con la camioneta y las cosas nomás, y de a poco y con mucho laburo fuimos armando todo”.
“La idea es contagiar a la gente que se pueden hacer cosas sin dinero. Hay que intentar buscarle la vuelta, todo se puede”, sostuvo.
Sobre cómo se lo han tomado sus hijos, explicó que “al principio les gustó, están más conformes, están muy contentos y dicen que no volverían a Tres Arroyos”.