Entre tantas “pálidas”, un excelente gesto de honradez
El mundo convulsionado, la inseguridad predominando en la Argentina, los hechos que nos duelen y hasta nos avergüenzan, son hoy una constante.
Pero, afortunadamente, entre tantas que no son las mejores, aparecen perfiles que si bien deberían considerarse normales, en el presente que vivimos son destacados gestos de honradez.
Yesica Jarque es empleada (cajera) de la sucursal de carnicería de Doc Ganadero. Por estos días está de vacaciones. Hoy por la mañana, caminado por el centro de Tres Arroyos vió que dos papeles verdosos iban siendo arrastrados por el viento por la vereda de la calle Chacabuco, esquina Maipú. Cuando estuvo más cerca se dio cuenta que eran dos cheques.
Los levantó, miró hacia los costados para tratar de encontrar a alguien que los hubiera perdido, y no observó a nadie.
Siguió sus transitar por la mañana de Tres Arroyos en el disfrute natural de una trabajadora que está de vacaciones y permanece en su ciudad.
Pasado el medio día se comunicó con LU24. La gente sabe que la radio es una caja de resonancia de la cosas naturales que le pasan a sus convecinos.
Dijo que “publicáramos que había hallado dos cheques en la calle”. Eran de una suma importante: uno de 10.000 pesos y otro de 50.000 pesos. Nada despereciable.
Pasanos la foto, le indicaron desde LU 24. Los valores eran de afuera. Uno del sur de la Provinicia de Buenos Aires, Patagones, y el otro cerca de Mar del Plata: General Piran.
Con esos datos teníamos previsto poner un aviso en la radio, dando solo algunas señas para que su verdadero dueño apareciera.
De repente la pregunta “están endosados”?, si dice Yesica y pasa la foto del anverso de documento en el que hay un sello aclaratorio de una importante firma de Tres Arroyos y la rúbrica de su dueño. Solo pasaron segundos en que logramos que se encuentren Yesica y el empresario que ya estaba agotado por el percance, a punto de ir a la Comisaría a radicar la denuncia por extravío para pedir la sustitución del cheque.
Así terminó todo, donde casos como estos tal vez son “normales” en Canadá o Suiza. Pero estamos en un a argentina convulsionada. El empresario quiso premiar a la empleada de carnicería Doc con una recompensa dineraria, lo que rechazó de pleano la mujer. Lindo gesto para que se lo cuente a sus hijos el día de mañana.
