Faro, un pequeño paraíso en el distrito de Coronel Dorrego

27 julio, 2020

Faro, un pequeño paraíso en el distrito de Coronel Dorrego

Medios de alcance nacional se ocuparon en las últimas horas de Faro, una pequeña localidad de Coronel Dorrego ubicada sobre la Ruta 72 a unos 30 kilómetros de la ciudad cabecera.

LU 24 consultó al respecto a Cristina Alonso, quien junto a su marido, nativo de ese lugar, viajan los fines de semana para ocuparse del mantenimiento y atención de la capilla de Nuestra Señora del Olivo.
“Para nosotros es hermoso, nos gusta estar mucho ahí porque es muy tranquilo, es un pequeño paraíso; no hay negocios, hay que llevar prácticamente todo, porque la gente vive en el campo, cada uno desde su lugar pone su granito de arena para que esté prolijo; quienes viven permanentemente son jubilados, hay gente que hace manualidades en su casa, muchos tienen quintas que venden sus productos a la gente del campo o pasan por el lugar, y tienen sus entradas en otras realidades, como un profesor que trabaja en Dorrego para dar sus clases”, explicó.
Faro tuvo en su momento entre 300 y 600 habitantes, y tuvo su esplendor mientras pasó el tren; eso me cuenta mi esposo, yo vivía a 15 km en Gil, otro pueblo cercano, y mi esposo en Faro, hizo la escuela primaria ahí y después se tuvieron que ir, en el 82 cuando se inundó y la mayoría de la gente se fue, quedaron una o dos personas después comenzó a resurgir”, relató.
“En 2011 se organizaron vecinos y formaron un grupo para celebrar los cien años de Faro, nosotros trabajamos en ese lugar, fuimos a decorar la capilla y tenemos un muy buen recuerdo”, dijo.
La Municipalidad se ocupa de recoger los residuos una vez por semana, no se cobra ningún tipo de impuesto, solamente se paga una vez al año el Impuesto Inmobiliario de ARBA, agregó la vecina.
“Las casas están casi todas destruídas, con excepción de dos casas nuevas que se construyeron y nunca se ocuparon; las propiedades han sido de personas que han fallecido y sus herederos no se encuentran o no quieren vender, por lo que es difícil poder hacer nuevas viviendas; nosotros ayudamos un poco a la comunidad, tenemos a nuestro cuidado la capilla de Nuestra Señora del Olivo, y hacemos el mantenimiento del predio”, expresó.
“Es un silencio total, pero también es lindo en las tardes de verano poder sentarse a tomar mate; nosotros tenemos una hija estudiando en Bahía que con su pareja van los fines de semana a Faro, lo que hace suponer que el día de mañana se harán cargo cuando nosotros faltemos; hubo hace un tiempo un proyecto dedicado a la recuperación de pueblos rurales, el pueblo està a la vera de la ruta 72, y en su momento se pensó en hacer una pulpería en el viejo destacamento policial, y la municipalidad en estos momentos ante el surgimiento del Covid tiene otras prioridades”, sostuvo.
“Nosotros nos criamos en el campo y nos gusta ir a la capilla; tiene una imagen artesanal de la Virgen de Nuestra Señora del Olivo, que luego fue inaugurada por el padre Esteban Casquero en el año 2015”, concluyó.