Florencia Hansen, un ejemplo de recuperación y superación

25 julio, 2018

Florencia Hansen, un ejemplo de recuperación y superación

El 30 de julio se cumplirán diez meses del accidente que sufrió la joven de 20 años que vive en Claromecó, Florencia Hansen, el cual la dejó con quemaduras en un 60% de su cuerpo cuando intentaba encender una salamandra con alcohol el 30 de septiembre del 2017.

Ese día, Florencia llegó al Centro de Salud de Claromecó y luego fue derivada al Hospital Pirovano, donde debido a la gravedad de sus heridas la trasladaron a una clínica especializada de Buenos Aires por orden del doctor Eduardo Giordano, dónde allí se encaminó a su recuperación, con el apoyo de familiares, amigos, conocidos, el Grupo Scout Kla-rome-có y muchísima gente de la localidad balnearia que se unió para ayudar a Flor en la medida que fuera posible.

“Casi 10 meses, parece mentira, pareciera que fue ayer en algunas cosas pero en el tema recuperación te das cuenta que ya pasó hace tiempo”, fueron las primeras palabras de Florencia a LU 24 en una emotiva nota.

El día del accidente

Florencia estaba sola en su casa en aquel mediodía que pasó el accidente. Según relató ella, “fue por ser inconsciente, uno hace las cosas sin pensar de que puede pasar algo así. Yo venía de una situación complicada porque mi padre había sufrido un problema de salud, estaba muy preocupada. Cuando llegué a casa prendí la salamandra y me fui a acostar un rato”, dijo. “Me levanté y me acerqué a la salamandra olvidándome que la había prendido la noche anterior, le puse tronquitos y piñas y una tapita de alcohol, cerré la puerta la salamandra y no prendió. Cuando la abrí se generó una explosión y me agarró la botella que tenía en mi mano derecha, se me prendió fuego toda la ropa”, relató la joven.

“Agradezco que en ese segundo no haya entrado en shock, estaba sola y tuve la frialdad de poder apagar el fuego, me asusté mucho y cuando me fui a ver al espejo vi que tenía todo el cuerpo quemado. Me llevaron a la salita, me llenaron de crema y me pusieron una sábana de quemados y me trasladaron a Tres Arroyos”, sostuvo, al tiempo que agregó que “en Tres Arroyos se complicó más la situación porque no había médicos ni enfermeros y me derivaron a la Clínica Itoiz de Avellaneda. Llegué con lo justo, gracias a Dios llegué a tiempo para que me entubaran con bastante trabajo. Ahí comenzó toda mi recuperación”.

Su salud

Actualmente Florencia sigue trabajando en su recuperación todos los días y cada vez está un poco mejor. “Todas las heridas que fueron provocadas por el fuego se cerraron, solo quedan algunas cirugías para recuperar la movilidad en algunas zonas como el cuello y los brazos, pero son para acomodar las secuelas que dejó el accidente”, explicó.

Paso a paso

Florencia tuvo que “empezar de cero”, dio pasos muy importantes en estos diez meses y nunca bajó los brazos, en la lucha por salir adelante ante la difícil situación que le tocó vivir. “Tuve que hacer cosas sencillas de a poquito, como sentarme en la cama y aguantar sentada, había días que no aguantaba ni quince minutos sentada. El volver a comer, estuve mucho tiempo con sonda”, dijo la joven.

La vida de la joven estuvo en peligro y fueron días claves los que sucedieron al accidente para que hoy en día pueda estar dando cada vez pasos más grandes en su recuperación.

“Caminar parece sencillo, pero yo no podía dar más de cuatro o cinco pasos sin que me acerquen una silla, estuve dos meses y medio en cama y sin levantarme y hace que los músculos se debiliten, tuve que hacer mucha kinesiología. Ya no necesito ayuda para bañarme, me tenían que ayudar a vestirme porque no podía mover los brazos”, expresó, al tiempo que agregó que “luego de que pude hacer eso empezó el desafío de ver si me podía agachar, siendo que un día lo intenté y me caí. Fueron un montón de avances chiquitos que por ahí uno no se da cuenta hasta que recuerda como estaba el día en el que se despertó, yo no podía mover músculos de la cara, no podía hablar, no podía comer, no podía mover los brazos”.

La gente

Florencia no se olvida de todas las personas que la apoyaron y que según ella fue algo totalmente fundamental para que hoy pueda estar haciendo esta nota con LU 24: “El apoyo de la gente fue fundamental, estos casos hay un 10% de probabilidad de vida y un 90% el apoyo que te da la gente. La fé es lo que hizo que hoy esté acá, es una situación muy difícil, terminé con un 60% del cuerpo quemado y con un 10% de probabilidad de vida, con ningún problema en los órganos increíblemente”, sostuvo.

La joven también agradeció a quien ella tiene como sus abuelos, Graciela y Franchino que atendieron su llamado y la llevaron a la clínica, la gente de la Clínica de Claromecó, del Hospital de Tres Arroyos y Buenos Aires, a sus primos y tíos, a su hermana que “me bancó como nadie, es la que me cuida y me soporta cuando me enojo. Mi cuñado muchas veces me fue a visitar y se quedó cuidándome. Mi mamá me visitó, unos amigos de la familia, los Polako que trajeron a mi hermana. Compañeros de colegio, a Claromecó entero, al Grupo Scout y todos los que se acordaron de mí en algún momento”.

“Todos los médicos y enfermeros que me dieron su apoyo, el padre de Claromecó, Silvia una scout de Buenos Aires que se acercó para hacerme sentir que los scout estaban conmigo. Seguramente de alguien me esté olvidando pero fue muchísima la gente que me apoyó”, finalizó.