Frigorífico Anselmo: quiebra por concurso preventivo, aliciente para 150 trabajadores

El Dr. Fernando Elizalde, Juez Civil y Comercial Nro uno de Tres Arroyos habilitó la feria para dar trámite electrónico al expediente por el cual se lleva adelante la quiebra que él mismo decretó sobre la firma Frigorífico Anselmo SA, ante la presentción hecha por los abogados de la empresa para que se transforme en concurso preventivo de acreedores.
El magistrado dio traslado al síndico designado, quien deberá dar su opinión, favorable o no, sobre la cuestión.
Además tomó la medida de suspender la publicación de los edictos, cuyos textos están redactados en el expediente, pero el trámite nunca se concretó.
Ello abre la puerta de la esperanza de avanzar en la normalización de la empresa, dado que los eventuales compradores seguirán adelante con el trámite de negociación, obviamente si la firma no quiebra.
La intención es preservar más de 150 puestos de trabajo en este momento crucial para la vida económica de los argentinos.
Frigorífico Anselmo, empresa tradicional que dio sello muchas veces por la calidad de sus productos, tanto en el interior del país como en las exportaciones, está en condiciones técnicas de reanudar la faena y procesamiento cuando los inversores tengan un horizonte claro, cuyo primer paso es hacerle frente a la convocatoria, pero es una cuestión casi imposible comprar una firma en quiebra.
Otro tema cerrado es la reanudación inmediata de los seervicios públicos suspendidos por falta de pago, como el caso del gas, elemento imprescindible para comenzar a trabajar.
El tema es conocido en el ámbito de los trabajadores, quienes vienen cobrando el aporte de medio sueldo que efectiviza el Estado Nacional, más un importe del orden de los 10.000 pesos cada 15 a 20 días, para amortiguar el sustento de sus familias.
Desde el ámbito gremial también se ha puesto de manifiesto el interés de poder avanzar, abriendo esperanzas en la realidad de no perder las fuentes de trabajo, de la que viven 150 familias de Tres Arroyos.
El proceso del concurso de acreedores es menos tortuoso que una quiebra y de poneerse de acuerdo deudor y acreedores, en cuanto a montos, quitas, plazos de financiación etc, apuntalaría la posibilidad de evitar el cierre de una industria alimenticia de gran magnitud.