Historia y prosapia – escribe: Omar Eduardo Alonso

24 septiembre, 2022

Historia y prosapia – escribe: Omar Eduardo Alonso

La reciente recordación del asesinato de Juan B. Maciel, el 5 de setiembre de 1937 en Coronel Dorrego y en el fárrago de disputas de carácter político, permite actuar como disparador de una historia de larga data y que continúa vigente.
Es que la familia Maciel es sinónimo del centenario diario local, con vigencia en varias generaciones. Precisamente, este mes se celebró un nuevo aniversario del mismo.
Pero, además, ese apellido tiene vinculación muy fuerte en las participaciones políticas del pasado, incluyendo fuertes y exitosas gestiones públicas.
Y en ese sentido quiero rescatar en esta columna, la figura y personalidad del doctor Antonio Maciel.

Fue un profesional, productor agropecuario y político. Fue concejal e intendente municipal en dos períodos, aunque estos fueron relativamente breves fueron muy productivos en función a realizaciones.
También incursionó en la Legislatura provincial y fue senador bonaerense.
En ese sentido, en 1912 se produce su incorporación a la Unión Cívica Radical; en 1918 se observa su participación a nivel provincial y en 1924 accede como senador.

La acción municipal
Según la documentación por mí consultada, Antonio Maciel (foto) cumplió un primer mandato entre el 13 de enero de 1926 y el 15 de abril de ese año y posteriormente lo haría entre el 3 de enero de 1927 y el 31 de diciembre de ese año.
Sugestivamente había sido precedido en el cargo por José Aldasoro quien también lo sucedió, alternándose hasta el acceso del doctor Marcelino Reyes, iniciándose así una sucesión de gestiones conservadoras.
Este período se extendería hasta 1940, en lo que en términos generales se consideró la década infame, signada por el fraude electoral.
De todas maneras es bueno aclarar que a pesar de lo precedentemente señalado, y más allá de lo político, hubo realizaciones destacables en la comunidad en las gestiones conservadoras.

Pero volviendo a Antonio Maciel, durante su gestión se completó la construcción del palacio municipal y la construcción del corralón, que otrora ocupara la manzana ubicada frente a la Plaza Francia y en la que está instalado el cuartel de bomberos voluntarios.
Puso especial interés en cuestiones de vialidad, con el mejoramiento y mantenimiento de los caminos del distrito.
Encaró y resolvió el registro catastral de 400 manzanas de la ciudad y reformas en el cementerio municipal por 160 mil pesos de aquella época. No pude detectar cuáles fueron esas reformas, dato que sería interesante si se tiene en cuenta que la construcción de la necrópolis había concluido recientemente.
Había impulsado un proyecto para la construcción de un parque municipal de 60 hectáreas y una inversión de un millón de pesos, que al parecer nunca se inició.

Las empresas agropecuarias
Fue propietario del recordado establecimiento La Cestona, de 7000 hectáreas donde se desarrollaron emprendimientos de especial envergadura.
Además de la siembra y la crianza de ganado, impulsó la producción de cerdos en gran escala y organizó un proceso de industrialización de la leche.
Fue un entusiasta criador de caballos, y para ello introdujo corrientes de pura sangre. En una foto se incluye a un descendiente de Botafogo, uno de los emblemas del turf argentino junto con Yatasto, Mangangá o Arturo A.
Ese lugar fue visitado en su ocasión por la fusta más importante del deporte de los reyes: Irineo Leguisamo.
“El Pulpo” o “El maestro”, apodos del jockey uruguayo, era muy amigo de Maciel y corría sus caballos. En 1929, con animales criados en La Cestona, ganó dos clásicos, en General Lavalle y en Perú.
Leguisamo descansaba en el campo y se entretenía jugando a la taba y tomando mate.
También contaba con 3 galpones en la estación ferroviaria de Cascallares con una capacidad de 100 mil bolsas. Para un mejor cálculo debe recordarse que las bolsas de trigo pesaban 60 kilos por unidad. (foto)
En La Cestona había 20 mil cabezas de ganado.
Sólo como dato de color, los que tenemos varias juventudes acumuladas podemos recordar que allí se hacían los picnics de la primavera para los estudiantes secundarios.

Otros emprendimientos
También era propietario de El Claro, de 2250 hectáreas en la zona de La Dulce; La Totora, de 500 hectáreas entre Zubiaurre y Aparicio; El Rempujón, de 1250 hectáreas en Aparicio.
Lo mismo de Las Aguadas, de 10 mil hectáreas en la provincia de Río Negro; 1117 hectáreas en la provincia de La Pampa, además de diversas propiedades en Tres Arroyos, Bahía Blanca, Claromecó y Capital Federal.
La descripción precedente, seguramente muy sintética, muestran claramente la fuerte presencia de este hombre en todos los ámbitos de la actividad política y económica en toda esta zona.
De todas maneras no hay que soslayar el estrecho vínculo de Maciel con la familia Ayastuy, a la que me referiré oportunamente.

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