Istilart: más allá de lo conocido – Escribe: Omar Eduardo Alonso

2 julio, 2022

Istilart: más allá de lo conocido – Escribe: Omar Eduardo Alonso

Sería una ingenuidad pretender escribir sobre Istilart cuando figuras notables de las letras e historiadores ya lo han hecho de manera generosa.
La vida y obra de este verdadero prócer lugareño han sido motivo de trabajos que no pueden estar ajenos a las consultas de todos quienes pretendemos aproximar alguna referencia.
Desde el trazo grueso, está todo dicho. Pero siempre digo que hay riqueza adicional en tanto y en cuanto se baja la mirada a los detalles y se busca algún enfoque novedoso hasta el momento descartado.
En ese sentido recomiendo vivamente la lectura del libro “La biblia y el calefón”, escrito por Gerardo Ciarrocca (foto) y seguramente disponible en la biblioteca Campano.
Ciarrocca, nacido aquí en 1929, fue integrante de una familia vinculada desde los orígenes a la fábrica Istilart, de modo que su trabajo cuenta una historia “desde adentro” de ese fabuloso emprendimiento. Incluye grandezas y miserias propias de ese emblemático establecimiento.
Pero más allá de ello, pretendo escribir aquí sobre algunas cuestiones que o son desconocidas o bien muy poco conocidas, en tiempos invernales donde son noticias las cocinas económicas que siguen siendo utilizadas en distintas partes del país.
Además, en las últimas horas se ha realizado una recordación especial de Istilart por parte del Club Huracán en reconocimiento del aporte de aquel ilustre ciudadano para con la institución.
Figuras emergentes
Juan B. Istilart falleció en 1934 y quedó al frente del establecimiento el ingeniero Juan B. Soumoulou.
Su crecimiento fue meteórico al punto que se la consideró la segunda fábrica del país, con más de mil empleados. Se incluye una foto histórica de la celebración realizada con motivo de haber llegado a ese nivel, aunque aparentemente se habría llegado a 1.200 operarios en todas las secciones.
Como se observa en la misma, la fiesta, con la presencia de autoridades, del párroco Rómulo Digiorno, e invitados especiales, se realizó el 11 de julio de 1942. Está autografiada por el señor Soumoulou.
De su seno nació la Unión Obrera Metalúrgica local y dentro de esta se generaron figuras que alcanzarían trascendencia nacional dentro de la organización gremial.
Uno de ellos fue Armando Cabo, que llegaría a ocupar cargos trascendentes no solo en el gremio, sino también en el consejo directivo de la CGT.
Otro fue Paulino Niembro, quien también se proyectaría en la estructura de la UOM nacional, pero además lo haría como dirigente de fútbol, al punto que un estadio lleva su nombre.
Obviamente, por allí pasaron otras personas que cobrarían vuelo propio en distintas actividades, incluyendo empresarios y dirigentes gremiales que marcaron época en Tres Arroyos.
La huelga
Perón ocupaba la Secretaría de Trabajo. Una disidencia de dos operarios de la fábrica respecto a la afiliación política y gremial obligatoria, generó una reacción que desembocó en una prolongada huelga.
No entraré en detalles pues sobre el particular escribí de manera generosa en mi trabajo sobre la etapa fundacional del peronismo en Tres Arroyos.
Lo cierto es que las precisiones, paradójicamente, me los brindó el ingeniero Juan Soumoulou (h) que me recibió en su departamento al 500 de la calle Colón. Aún hoy me lamento no haberlo registrado en grabación.
Lo cierto es que la huelga desembocó en audiencias de partes convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación.
También la fábrica Istilart fue pionera en una situación ajena a la producción misma de sus emblemáticos artículos: fue la primera huelga declarada legal en el país.
Salario familiar
Este dato me lo aportó mi amigo periodista Angel Jorge Bernasconi y es una verdadera perla histórica.
Hacia 1940 la escuela número 15 funcionaba en una vieja casona ubicada en French y Estrada, era propiedad del señor Nicolás Conti, quien por muchos años fue presidente de la cooperadora del establecimiento.
Por aquellos años era directora de la escuela la señora Graciana Galdós viuda de Cattoni, nativa de Dolores. (Recordemos que también Istilart procedía de esa ciudad).
Una de las maestras del establecimiento era Celina Soumoulou, hermana del entonces director gerente de la fábrica.
La señora de Cattoni sugirió a Celina la posibilidad de aplicar un “salario familiar” para los operarios de la industria local.
Trasladada la idea, fue adoptada por la empresa, constituyéndose en una iniciativa que precedió generosamente al establecimiento por ley de ese beneficio para los trabajadores.

Fotos: se incluyen dos avisos comerciales. La de la lavadora es de 1928 y la del restante, de 1934. Se observa una foto del personal fuera de la fábrica y otra durante una cena con todo el personal. Frentes de un catálogo y de la vivienda que perteneciera a Istilart. Además, fotos de uno de los cilindros de madera, en este caso con el número 282, en los cuales se colocaban los sueldos de cada empleado. Escuela N°15 año 1934: Graciana Galdós, directora y las maestras Celina Soumoulou, María H. M. de Caro, María Catalina Tarico y Victorina A. de Cometta.

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