Jóvenes y consumos problemáticos: el trabajo del Programa Municipal de Prevención en Adicciones

El Programa Municipal de Prevención en Adicciones está cerrando un año de intensa actividad en distintos espacios, como escuelas y clubes, desplegando estrategias de reducción de daños y riesgos a través de talleres en los que se aborda el consumo problemático en un amplio espectro que va desde el uso de la tecnología hasta distintos tipos de sustancias.
“Trabajamos mucho en educación, este año incorporamos además a los adultos, y con los profes de informática y los equipos de orientación escolar para el acompañamiento en la creación de los audiovisuales para ConSumo Cuidado, que es el concurso que venimos haciendo. Además llevamos adelante dos ciclos, con nivel secundario, trabajando en conjunto con las Direcciones de Juventud y Género y Diversidad, acompañando procesos para que los chicos y chicas nos conozcan y poder trabajar así temas como diversidad, identidad digital, entre otros. Y también estuvimos llevando adelante el trabajo en localidades. Como novedad, además, nos convocaron desde los centros de Primera Infancia para trabajar con papás el uso de pantallas y acceso a la tecnología de los más pequeños”, describió Celina Mackenna, a cargo del equipo.
Martina Aizpitarte, en tanto, destacó la posibilidad de trabajar de manera presencial en los clubes, con el programa “Cuidados a la cancha”. “Antes se había trabajado con los referentes, y ahora pudimos, desde lo lúdico, acercarnos a consumos y consumos problemáticos con chicas y chicos de 7 a 18 años”, describió. “En general los chicos nos reciben muy bien y muestran predisposición, a través de las actividades, a repensar lo que tiene que ver con los hábitos, porque lo que dejamos en claro es que los consumos nos atraviesan a todos. Ellos aportan muchas ideas, y lo cierto es que en los clubes los vemos con más predisposición a hablar, a preguntar, a cuestionar”, completó Celina.
Finalmente, reflexionaron sobre los consumos problemáticos que se asocian a fiestas de fin de año, de egresados, eventos vinculados a la nocturnidad y su relación con la siniestralidad vial, todas cuestiones de debate actual. “Pensamos que los consumos problemáticos son una de las patas de todo lo que pasa. Se tiende a pensar que el alcohol es el único responsable, pero lo cierto es que acompaña situaciones que quizá sin alcohol no pasarían, y que tienen que ver con posicionamientos dentro de la familia, el barrio, el grupo de amigos. No creemos que el alcohol es el culpable de todo. Por eso tratamos, en los talleres que damos, de no apuntar a la prohibición, que no sirve, sino de enfocarse en la reducción de riesgos y daños: qué tomamos, qué hacemos si alguien está mal; la importancia de tener números y referentes para pedir ayuda, de comer e hidratarse, de no estar solos, y lo que por supuesto no se negocia: el que conduce no puede tomar”, concluyeron.