La cuarentena la sorprendió en Pinamar, reencontrada con un viejo amor y decidió quedarse
Marcela D’Ambrosio es emprendedora, desarrolla programas para el bienestar y para potenciar talentos. En enero estaba de vacaciones en Pinamar –donde había llegado desde San Telmo, pleno centro porteño- cuando se reencontró con un novio de la adolescencia, se siguieron viendo durante el verano y en marzo la sorprendió la cuarentena en esa ciudad balnearia, donde decidió quedarse a vivir.
“Con él nos reencontramos por amigos en común y no nos separamos más, después de 33 años de nuestro primer verano juntos. Salimos a tomar una cerveza y no nos separamos más. Fue algo mágico; los dos estábamos separados desde hace años y disfrutábamos de la vida, de hecho en ese encuentro nos la pasamos hablando de lo bien que estábamos solos hasta que nos dimos un beso y cambió todo”, contó.
Desde ese momento se quedó a vivir en Pinamar y, según admitió, accedió a dar notas “porque lo importante en la vida es la actitud que toma uno con todo lo que le rodea, porque si bien es verdad que yo tomé esta decisión frente al mar, con mi amor, no es todo color de rosa, pero creo en el animarse, en el arriesgar, y en que pase todo lo que tenga que pasar por animarse a vivir”, sostuvo.
