La economía argentina se estabiliza, pero no se recupera
Carlos Ordóñez
La economía argentina atraviesa una etapa de aparente calma nominal, aunque sin señales firmes de recuperación.
La inflación se mantiene en torno al 2 % mensual, según el INDEC y las estimaciones privadas, pero la actividad económica continúa estancada. El último dato del EMAE mostró un leve crecimiento del 0,3 % mensual, impulsado por sectores puntuales como energía y agro, mientras la industria y el comercio siguen en retroceso.
En el frente cambiario, el Banco Central mantiene el “crawling peg” al 1 % mensual, generando un atraso cambiario frente a la inflación. Por eso, el Gobierno evalúa acelerar el ritmo de ajuste al 2 % o ampliar las bandas para evitar distorsiones y pérdida de competitividad exportadora.
En el plano internacional, Estados Unidos activó un swap de unos 20.000 millones de dólares, anunciado por Scott Bessent, equivalente al ministro del Tesoro. Esta operación permitió recomprar parte de los dólares utilizados antes de las elecciones, fortaleciendo las reservas, aunque a cambio de un nuevo compromiso financiero que incrementa la deuda externa de corto plazo.
En síntesis, la inflación cede, el dólar se controla y la economía no despega.
El acuerdo con Washington otorga tiempo y liquidez, pero no sustituye una recuperación real del empleo y la producción. La estabilización es un punto de partida, no un punto de llegada.