La emoción de la casa propia multiplicada por cuatro: se entregaron viviendas en Tacuarí 1400 (video)

Una gran emoción se vivió en el acto formal de entrega de 4 nuevas viviendas en el Barrio Villa Italia, sobre la calle Tacuarí al 1400. Allí, el secretario de Obras y Servicios Públicos, arquitecto Mario Izurieta comenzó su alocución transmitiendo el saludo del Intendente Carlos Sánchez, quien por cuestiones de agenda no pudo estar presente, pero se comprometió a visitar oportunamente a los nuevos propietarios. Participaron del acto, el secretario de Desarrollo Social, licenciado Marcelo León, el subsecretario de Obras Públicas, Roberto Pissani y autoridades de la Delegación Bahía Blanca del Instituto de la Vivienda, los ingenieros Ricardo Kloster y Guillermo Ascolani.
Izurieta destacó el compromiso de los trabajadores municipales que, en tiempos de pandemia, se hicieron cargo del proyecto y completaron los trabajos que la empresa originalmente adjudicataria dejó oportunamente de lado. “Hay que agradecerle a Julio González, a Sergio Inés que se puso estas cuatro casas al hombro y las que van a seguir, y el equipo que me ha acompañado en otras circunstancias y ahora lo sigue haciendo. La idea es continuar con las que restan”, sostuvo Izurieta.
El titular de Obras Públicas se puso a disposición de los beneficiarios de las viviendas, y les dijo que podrán evacuar dudas y consultas con quienes siguen trabajando en el barrio para culminar el resto de las casas.
La emoción de los beneficiarios
Los flamantes propietarios de las nuevas casas no ocultaron su emoción al recibir las llaves y la posibilidad de acceder a su vivienda propia. “Es un sueño cumplido, no tengo más que contar mi felicidad”, dijo Mayra Zamora, mamá de tres chiquitos, uno con discapacidad, y que estaba viviendo en una propiedad alquilada después de unos 7 años de espera por este beneficio.
Milca Barrionuevo, en tanto, compartió con LU 24 el ingreso a su nueva casita. Mamá de dos chicos y casada desde hace 14 años, aseguró que “lo sentimos como un milagro y una bendición de Dios; se nos hacía muy difícil tener nuestra casa, y mantener un alquiler, a pesar de que trabajamos los dos, también. Nos enteramos hace tres días, así que ni siquiera lo pudimos procesar. Acá entré y ya no nos movemos más, lo mandé a mi marido a traer todas nuestras cosas”.