La experiencia del tresarroyense Carlos Maldonado y su plantación de tomates en España

2 abril, 2019

La experiencia del tresarroyense Carlos Maldonado y su plantación de tomates en España

El tresarroyense Carlos Maldonado vive en Urrea de Gaén, en la zona del Bajo Aragón, España, y un diario regional de la zona donde reside habla de su experiencia en una plantación de cultivo intensivo de tomates que lleva adelante con su familia desde hace 5 años.
“Cuatro meses y mucho esfuerzo le han bastado a Carlos para levantar un invernadero. Lo sigue perfeccionando mientras las tomateras empiezan a asomar. Ahí dentro se pasa los días de sol a sol sin quitar ojo del cultivo por el que apostó hace cinco años. El suyo es un caso de la reconversión de un chico de ciudad que solo «pisaba asfalto» a un chico de campo que llegó a España por amor. Tiene 32 años y hace nueve que vive en Urrea. Se crió en la ciudad argentina de Tres Arroyos y también sabe cómo es vivir en Buenos Aires, una ciudad de 22 millones de habitantes”, dice un diario regional del lugar donde reside.
“Antes de venirse a Urrea vivía en el sur del país, en Bariloche en plena cordillera de Los Andes. Allí desarrollaba su trabajo como fotógrafo, la profesión para la que había estudiado. En Urrea de Gaén está desarrollando su proyecto de vida con su mujer Isabel, urreana de toda la vida, y sus dos hijas de seis y tres años, una familia ‘que es como caída del cielo’”, dice el artículo.
“Hace cinco años comenzó a probar con el cultivo del tomate. Con algunas muestras en una bolsa y la técnica del puerta a puerta, Carlos vendió los primeros en varios pueblos del Bajo Aragón. Ha decidido tirar por ese lado y seguir cultivando un tomate que define como ‘delicado, de piel fina, muy carnoso y jugoso como una fruta’. ‘De la tierra a tu mano’ es su lema y es que ha apostado por la técnica que toda la vida se ha empleado en Urrea. ‘La calidad no se encuentra tan fácilmente hoy en día en ningún mercado y por eso me baso en las orientaciones que me dieron los mayores, en lo tradicional’, dice. No duda en preguntar, en charlar y conversar con aquellas personas que sabe que tienen la respuesta. ‘Ya ves que yo no tenía ni idea de nada y he ido aprendiendo’”, cuenta Carlos en el artículo.
“Comenzó así y con el apoyo de su suegro y todo el aprendizaje que él ha recibido cree que es digno de llevarlo a lo más alto. Para Carlos, conseguir que la tierra dé su fruto, es un don y quiere exprimirlo. «Me encantaría poner este producto en el mercado gourmet y podría estarlo. Por ello voy a trabajar», dice. También le gustaría llegar a crear empleo ya sea en el tomate o en cualquiera de los proyectos que se acumulan en su cabeza, y todos relacionados con la tierra. ‘Estoy dispuesto a apostar por esta zona de Teruel, aquí hay mucho potencial’, dice aunque reconoce que emprender no es fácil, básicamente por la burocracia que conlleva. Mira con orgullo su invernadero con la esperanza de que la fuerte apuesta salga bien. ‘Creo que sí, hasta ahora ha ido bien y será mejor’”, finaliza.
Fuente: Diario La Comarca