La fomentista claromequense Mabel Rial y una mirada crítica del vínculo con Avila

La fomentista de Claromecó, Mabel Rial, se abstuvo de hacer un análisis político del triunfo del exdelegado Carlos Avila como precandidato de Juntos en la localidad, y advirtió que la entidad no tuvo con él durante su desempeño como funcionario municipal la relación que esperaban, “porque a él mucho no le interesaba el medio ambiente, no le interesaba erradicar el basural a cielo abierto que todavía sigue siendo un tema complicado aunque este chico (por el delegado actual) está tratando de encaminar el tema de la basura. Además tuvo problemas con un médico al que no le quería pagar la mitad del alquiler de la casa, y lo cierto es que con esos inconvenientes nosotros no estábamos conformes. Pero cada delegado enfoca la gestión como le parece”.
En otro orden de cosas, celebró que se haya puesto en marcha el proceso de cambio de paradores costeros por construcciones sustentables, especialmente para atenuar la erosión costera, y la decisión de cuidar los sectores donde no está permitido circular con vehículos por la playa. “Estamos siempre pendientes de que se hagan las cosas lo mejor posible, por suerte hay decisiones políticas en ese sentido, son pasos importantes aunque falta conciencia en la gente, a la que le cuesta, cualquiera sea su origen, cambiar las costumbres”, consideró.
Destacó que no hay problemas de seguridad en la playa, porque “los guardavidas están bien preparados y equipados, pero sí hay que evitar las actitudes de andar con motos y vehículos 4×4 por los médanos, poniendo en peligro no sólo a la fauna y la flora sino también a las personas”.
Y aseguró que hay reclamos en los vecinos, vinculados a la temática de la salud. “Hace años que nos anunciaron que habría un equipo de rayos y no vino; ahora se sumaron dos médicos, pero normalmente los planteos pasan por ahí, además de lo que tiene que ver con el arreglo de calles”, indicó.
Finalmente, aseguró que se espera una muy buena temporada desde el punto de vista turístico, con un movimiento comercial que ya está vislumbrándose en la preparación de locales y construcciones que siguen avanzando. Admitió, no obstante, que “los precios son muy altos, y por eso es lógico que quien puede hacerlo se traiga las cosas que necesita de Tres Arroyos. Pero es un tema complicado, la cadena de precios es difícil de controlar y aquí somos el último eslabón”, concluyó.