Las fotos de Guillermo Srodek-Hart y el relato de terror de un trabajador en la estancia Martín Fierro

El fotógrafo Guillermo Srodek-Hart se encontró con situaciones y relatos inquietantes mientras registraba cascos de estancia abandonados en Tres Arroyos y la zona, que protagonizan su muestra actual en Ungallery, una galería de arte ubicada en el barrio porteño de Retiro. Sobre el trabajo de Srodek-Hart, el diario La Nación publicó una nota este 8 de septiembre, que refleja además curiosas historias, entre ellas la de los restos de la estancia Martín Fierro, ubicada desde comienzos del siglo pasado al sudeste de Micaela Cascallares. “Dicen que ahí vivió un chico que se enamoró de una azafata –cuenta Srodek-Hart, citando los relatos que pasan de boca en boca a través de generaciones-. Pero como su madre era muy católica y creía que ese era un ‘oficio de prostitutas’, no aprobó la relación. Él se terminó suicidando, en un cuarto donde ahora hay un catre quemado”.
Carlos Contreras es trabajador rural y vivió en esa estancia, ubicada pasando Cascallares camino a Copetonas, cerca del viejo boliche “El Arbolito”, y describió los fenómenos como “algo muy feo; ruidos como de cadenas arrastrándose, llantos. Una vez nos siguió una luz de noche, con mi hermano. Arriba del altillo de la casa se sentía como si zapateaban, y se escuchaba muy claro llorar a un chico. Yo me quedaba solo en ese lugar a los 15 años, y me abrazaba al perro para no tener tanto miedo. Fue horrible vivir ahí; otro compañero se acostó a dormir una noche en que nosotros no estábamos, y se le tiró un perro arriba de la cama. Se asustó mucho”.
“Eso es todo cierto; la estancia es como un castillo, tiene sótano -nosotros entramos una vez y corría un aire espantoso- pero hoy está todo derrumbado. Cuando nosotros fuimos, el patrón se había matado hace poco. Y cuando cargaron todas las cosas, a mí me tocó subir el colchón lleno de sangre, y eso me quedó para siempre. Fue horrible para alguien tan chico como yo”, evocó Contreras.