Los cedros milenarios también germinaron acá Escribe: Omar Eduardo Alonso

5 noviembre, 2022

Los cedros milenarios también germinaron acá Escribe: Omar Eduardo Alonso

Es que la corriente inmigratoria libanesa fue muy importante en Tres Arroyos y su contribución al desarrollo comunitario no puede ni debe ser olvidada.

La Sociedad Unión Libanesa cumplirá el próximo mes, su centenario y prepara una celebración especial, como no podía ser de otra manera.

Recientemente se comunicó esa circunstancia al Intendente Municipal. (foto)

Es bueno repasar, entonces, algunos aspectos más salientes de la historia institucional, aún cuando no se podrá tener un relato absolutamente completo.

Digamos que la mayoría de los libaneses llegados a Tres Arroyos y zona, se dedicaron al comercio. Muchos de ellos fueron mercachifles que recorrían la zona rural, o vendedores ambulantes en la zona urbana.

En un paso posterior lograron establecerse y en muchos casos lograron una prosperidad que seguramente buscaban al emigrar a nuestro país. Todo ello no exento de dedicación y esfuerzo al trabajo.

Los inmigrantes avanzaron en una organización que los respaldara y contuviera. De tal forma el 3 de diciembre de 1922 quedó formada la Sociedad Unión Libanesa de Socorros Mutuos.

La institución afrontó en sus tramos iniciales, grandes dificultades, que se superaron posteriormente.

Algunos de los pioneros de esa organización fueron David Damian, Salomón Jorge, Nicolás Ferex, Jorge Sliba, Pedro Budip, Enrique Duele, Julio Ferex, Abraham Asef, Felipe José, Francisco Chedrese, Manuel Feres, José Asef, Manuel Jorge, Francisco Aoued, Daud José, Antonio Yitani, Raúl Herrera, José Jorge, Fortunato y Felipe Julián, Zaidem y Fortunato Hid, Simón Yitani, Fortunato Marun, Fidel Hid, Pedro Zacarías, Jorge Aoued y Jacinto Sid.

Hacia 1928 presidía la Sociedad el señor Manuel Jorge, pero sería el 27 de octubre de 1935 cuando se produce un despegue con la conducción de Antonio Yitani.

La institución se proyecta y se inserta fuertemente en el quehacer comunitario.

En su sede social de Rivadavia 558 comienza a desarrollarse una intensa actividad social, en un contexto de excelentes comodidades y de gran calidad arquitectónica.

Hubo varios integrantes de la colectividad que ocuparon la presidencia de la Sociedad u otros cargos relevantes, pero en una enumeración seguramente parcial e injusta, puedo destacar a Llamil Aouad, en 1958.

Luego Emilio Chedrese (foto), Raúl Asef y más cerca en el tiempo a Fortunato Leonel Elías (foto)

Arabes. No turcos

Casi inexorablemente por ignorancia, nosotros los criollos calificamos a todos como “turcos” y hasta hicimos corriente el dicho “como turco en la neblina”.

En realidad, por ejemplo los libaneses y sirios son árabes, no turcos.

De todos modos, para suavizar el epíteto de “ignorantes”, puede consignarse que hubo razones para la confusión.

En aquellos tiempos de la fuerte inmigración la península arábiga estaba ocupada por el imperio otomano. Como consecuencia los viajeros recibían pases emitidos por Turquía.

De allí buena parte de la confusión que se tradujo en una injusta denominación de aquellos inmigrantes.

Las mujeres

No creo que deba preocuparme si en su tiempo hubo disidencias, simpatías, ambas, o nada. Pero es interesante señalar que hacia la década del 30 funcionaba la Sociedad de Beneficencia “Hijas del Líbano”.

Se dedicaba a obras caritativas proveyendo alimentos, dinero o ropa a personas necesitadas, llegando a atender por entonces a 480 familias y contar con 76 socios.

Fue fundada el primero de julio de 1928, tuvo su sede en Pueyrredón y Libertad, y sus impulsoras fueron Rosa Naliha Asef y Adela Abud, contándose con el asesoramiento del empresario Natalio El Terk.

La primera comisión directiva estuvo presidida por Rosa Asef; vicepresidenta, Falida Abraham; secretaria, Adela Abud; prosecretaria, Nelly Bergen; tesorera, María Sofía Asef; protesorera, Raquel Abud; vocales: Amalia Abud, Adela Asef (foto), Josefa Yrcan José, Elisa Ganem, Juana Ana, Rosa Quinientos, y Angela Alvarez.

Otras mujeres que aportaron a la institución fueron, entre otras, Clotilde Jalle, Atilia Damian, Adela Melken, Adelina Satini, y Dolores Romano.

Esta iniciativa existió y me parece justo recordar a las mujeres libanesas con profundo sentido solidario.

El Terk

Natalio Simón El Terk (foto) había nacido en Gazir y llegó siendo muy joven a la Argentina el 28 de octubre de 1904. Trabajó en distintos lugares y ocupaciones, llegando a Tres Arroyos el 9 de marzo de 1909.

Instaló una pequeña tienda y mercería que denominó “La Victoria”, en Humberto Primo 454.

La evolución comercial le permitió proyectarse con un establecimiento acorde con sus aspiraciones. Esto ocurrió el 20 de mayo de 1924, en Lavalle al 1000.

Nota: En adhesión a la especial celebración de la Sociedad Unión Libanesa, en próximas futuras entregas se reseñarán algunas historias de integrantes de la colectividad. Siempre es bueno recordar que la historia la escribieron todos los inmigrantes libaneses, pero quedaron registros fehacientes solo de aquellos que tuvieron alguna proyección comunitaria de alguna consideración.

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