Más detalles de la fascinante experiencia de construcción de un horno con botellas en Orense

2 febrero, 2017

Más detalles de la fascinante experiencia de construcción de un horno con botellas en Orense


Una amplia repercusión tuvo el armado de un horno con 600 botellas en desuso, que llevó adelante la profesora de cerámica Mariel Tarela durante sus vacaciones en Balneario Orense. En diálogo con la radio, Tarela recordó sus vínculos familiares con esta zona, y aseguró que es probable que vuelva a incursionar en una propuesta similar por el impacto que generó.
“Mi abuela nació en Tres Arroyos, por lo que mi padre toda su vida fue a Orense de vacaciones para visitar a sus abuelos, y yo voy desde chiquita, y paso mis vacaciones desde hace muchísimos años. Es un lugar muy tranquilo, con mucho respeto por la naturaleza, y muy vinculado a mis afectos”, sostuvo.
Respecto a la construcción del horno, Mariel contó que “desde que llegamos, pusimos a todo el mundo a juntar botellas vacías; las más interesantes son las blancas, porque son las que dejan ver mejor el fuego. Fuimos viendo cuándo podía ser el día para construirlo, porque la complejidad que tenía era que yo buscaba poder construirlo y encenderlo el mismo día. Primero se hace una base de ladrillos, y luego se pegan las botellas con una mezcla de greda y arena, y si eso se deja sin hornear es muy frágil, por eso todo tenía que suceder en el mismo día. Juntamos leña del pinar y una gran cantidad de piñas, y en el mismo domingo en que lo construimos desde la mañana temprano, finalmente cuando cayó el sol, lo encendimos. Primero se prende el fuego despacito, para que se vaya templando, y como a todo el mundo el fuego le encanta y convoca, se le empezó a agregar gran cantidad de leña y piñas y fue un momento para reunirse alrededor y compartir un encuentro distinto con la naturaleza”.
El horno alcanzó una temperatura de alrededor de 800 grados, y lo que resultó llamativo para la gente es el proceso que el fuego imprime en las botellas, que empiezan a doblarse. “Es una experiencia fascinante para quienes participan habitualmente, pero también para quien nunca las vio. Ese cambio que realiza el fuego no tiene vuelta atrás, y esa conciencia es lo que reúne a la gente alrededor, porque simbólicamente es muy fuerte”, aseguró Mariel.