“Nadie vuelve igual de esa isla”, aseguró Pérez Muller al regresar de Malvinas
El joven tresarroyense Fermín Pérez Müller, Lic. en Turismo que viajó recientemente a Malvinas con la aerolínea que trasladó a los familiares de ex combatientes de que fueron identificados recientemente, se consideró “honrado”, por haber tenido la oportunidad de estar allí y consideró que “nadie vuelve igual de esa isla”.
“Me siento honrado de haber podido estar presente. Caí en cuenta al momento en que llegué. La posibilidad de ir surgió a través de la agencia para la que trabajo, porque volamos con Andes hasta Ushuaia ya que llevamos gente a la Antártida. Yo estoy en contacto con la parte comercial de Andes, me comentaron que este año iban a hacer otro vuelo. Estaba la oportunidad sin compromiso de poder sumarme y el lunes me dijeron que podía ir. Yo lo quería hacer realmente y ayudar en lo que me pidan. Solo fui a colaborar en la coordinación. El vuelo era humanitario no considerado regular. Fui como tripulación, podía existir la posibilidad de que no pudiera ingresar por no ser familiar. Me ayudó un ex piloto que habló con el gobernador de la Isla. Peor la gente de allí se portó muy bien con todas las familias”, relató.
“Llegué primero, porque fuimos con la gente de Cancillería. Había silencio y cambió el clima cuando llegaron los familiares; ver la imagen cambia cuando vez llegar a las madres y se abrazan a las cruces o a las lápidas de sus hijos. Las placas de Soldado Argentino Solo Reconocido por Dios, ahora se las sacaban se las podías llevar con ellos y podían ponerle ahora las placas de su nombre. Yo pensaba esta gente tuvo que esperar 37 años para poder ir a ver a sus familiares y estar 3 horas con ellos”, relató conmovido aún por lo vivenciado.
Fermín mencionó también que “había señoras demasiado grandes y que en momentos en que se hizo la misa, dentro de lo nublado que estaba, en ese momento se fueron las nubes y calmo el viento. Era como una caricia que les hubieran querido dar a ellas. Era fuerte ver a quien estaba, un isleño, que se encarga del mantenimiento y la desesperación de él de atender a todos y que estuvieran, era emocionante. Estuve además con el coronel que los enterró y trataba entre tanta tristeza, de sacarle una sonrisa a todos, los atendía contento de haber podido acercar a las familias”.
“Nadie vuelve igual de esa isla. Te cambia la idea de leerlo en tantos lados y libros. Cambias la visión del tema estando allí”, reflexionó.
Agregó que si alguien tiene algún familiar en las islas y necesita algún tipo de colaboración “que me escriban para ayudarlos a contactarlos con Cancillería o la aerolínea, yo encantado”.
