Perdón Roberto …

Perdón Roberto, “las órdenes son para cumplirlas”, así nos enseñaste vos siempre.
Eso me dijo un obrero municipal cuando le pregunté qué era lo que estaban haciendo en una de las esquinas de la Avda. Rivadavia: sacaban de cuajo los últimos 10 metros del cerco de ligustros plantados sobre la rambla central.
Fue una discusión desde siempre ese tema. Algunos estaban convencidos que los arbustos eran los culpables de los choques. Que crecieron muy altos. Quién había tenido esa idea. Se choca porque las plantas no dejan ver plenamente en las esquinas.
Pissani siempre se negó a sacarlos. Les dio alternativas. Podarlos en degradé, desde la altura máxima hasta el ras del piso. Así estuvieron los últimos 10 años. Roberto discutía su principio, que la vegetación en nada entorpecía el tránsito. “Los choques son culpa de los que manejamos”.
Así informó durante toda su gestión a los segmentos políticos opositores, que planteaban la realidad de tantos choques. “No le echen la culpa a los arbustos. Miren para adentro de cada uno de ustedes.
Una vez le dije “Rober, no te amargues más. Vos sostenes tu principio en la realidad. Y el resto lo ve de otra manera”. Y me contestaste “los voy a defender hasta mi último respiro. Solamente muerto me van a torcer el criterio que hemos adoptado y está fundamentado en los que saben más que nosotros”.
Querido amigo, hermano y compadre: yo también te pido perdón en nombre de los que tomaron la medida, aunque no se si sirve de mucho por entorpecer tu paz. José Luis Basualdo