Reclama por una atención médica inadecuada para su hija

5 enero, 2018

Reclama por una atención médica inadecuada para su hija


Daniela Bérgamo, vecina tresarroyense, planteó un reclamo por lo que consideró una mala atención por parte de una profesional de la salud de la ciudad, que en principio habría diagnosticado equivocadamente a su hija Abril, presa de un cuadro agudo e intenso de inflamación y dolor extremo en el oído, rostro y cuello, y posteriormente habría declinado seguir atendiéndola, por lo que tuvo que recurrir a otro médico.
“Todo empezó en Claromecó, donde Abril comenzó a sentir dolor y su cara se desfiguró, con una inflamación que le unía la oreja, el cachete y el cuello como una especie de pelota. La atendieron en la salita, donde un médico, sin hisopado ni nada, le dio un antibiótico e ibuprofeno, sin darle diagnóstico alguno. El sábado vuelven porque no evolucionaba e incluso había comenzado a levantar fiebre, la ve una médica que le dice que tiene una inflamación en la glándula salival, y que continúe con la misma medicación. El papá, con quien estaba, resuelve traerla a Tres Arroyos, donde la ve una médica clínica, que atiende en avenida Belgrano, y le dice que es una infección en el oído medio. Sigue con la misma medicación, pero mi hija tenía un dolor cada vez más agudo. Le indica, que si no evolucionaba, volviera a verla en 48 horas”, explicó Daniela.
Como el cuadro no cedía, y lejos de hacerlo continuaba con fiebre, Daniela fue a ver a la médica el martes y le indicó una secretaria que ese día no atendía y que estaría en el consultorio recién el jueves. “Decidimos esperar, porque a esto ya llevaban viéndola tres médicos con tres diagnósticos diferentes. Fuimos el jueves a las 16, le explicamos a la secretaria que mi hija seguía mal, esperamos una hora, y no nos quiso atender. La secretaria me devolvió el dinero y directamente me dijo que la doctora no nos iba a atender. Sin ningún motivo. No le encontré explicación, era un problema de salud, ella misma la había visto, entonces le pedí a la secretaria que me permitiera hablar con la doctora, pero volvió a asegurarme que no me iban a atender”, sostuvo Daniela.
“Uno entiende equivocadamente que si paga por un servicio va a recibir una mejor atención, pero lamentablemente en el ámbito público y en el privado los médicos son los mismos. Para ellos la salud es un negocio. Afortunadamente nos recomendaron otro médico, un otorrinolaringólogo, que inmediatamente nos recibió, incluso antes que a otros pacientes que lo esperaban, y allí llegamos al diagnóstico de problemas con las glándulas parótida y salival. La medicaron con lo que correspondía, porque lo que estaba tomando no era más que una aspirineta al lado de lo que realmente necesitaba, y ahora está evolucionando”, finalizó.