Reconocieron al Agricultor Pionero, Maestra Rural y Peón Rural

En el Escenario Mayor de la Fiesta del Trigo se vivió un emotivo momento en la entrega de los reconocimientos al Agricultor Pionero, Maestra Rural y Peón Rural.
Fueron Carlos Mendiberri (Agricultor Pionero), Alba Elena Alvarez de Eggly (Maestra Rural) Ángel Eduardo Bustos (Peón Rural). Quienes recibieron sus distinciones por parte de las autoridades.
Semblanza de los premiados
Alba Elena Álvarez de Eggly
Alba Elena Alvarez de Eggly – todos le dicen Kuky – está casada con Héctor Eggly, a quien conoció cuando ella era docente en la escuela y él trabajaba en el campo vecino. Tiene 3 hijas, trabajó 21 años en la Escuela N 28 de Claudio Molina.
Fue docente, directora, maestra de Catecismo fuera de su horario laboral, auxiliar porque no había ese cargo en la escuela. Llegaba todos los días en auto, a caballo, en sulky y a dedo, en todos los medios que sea posible, para llegar a dar clase de la mejor manera.
Cuando se casó se fue a vivir a la escuela; con sus hijas todos los días limpiaban la misma y la preparaban para recibir sus alumnos de la mejor forma. No faltó nunca, porque ella veía q por inclemencias climáticas los alumnos no podían llegar a la escuela, y quizás perdían una semana de clases, y su mayor objetivo era que sus alumnos aprendieran igual o mejor que una escuela de la ciudad.
En una oportunidad cortó su licencia de maternidad para dar clases porque no había docente que quisiera ir a trabajar. Había alumnos a los que por cuestiones de trabajo sus papás no podían ir los a buscar a horario, y la seño Kuky les decía, ” No importa, toman la leche y cenan con mi familia”, y a veces también se quedaban a dormir.
Una de las tantas anécdotas que vivió en su escuela fue la que inscribió a sus alumnos en un concurso; los alumnos trabajaron excelentemente y de forma responsable y entusiasmados para esa tarea, llega el día de llevar las producciones de sus alumnos y no tenía vehículo en que llevarlas y nadie podía acercarlas a Tres Arroyos.
Dijo: ” mis alumnos deben participar y para eso trabajaron” hizo dedo y la llevo el tren de carga, iba en la locomotora, paradita, con el trabajo de todos sus alumnos, Escuela 28 con sus seño Kuky tenían que estar presentes! Oh sorpresa! Fueron los ganadores del concurso. Cuántas anécdotas, cuántas historias de alumnos, cuánta vocación y corazón de esta Señorita Kuky, siempre, siempre, acompañada de esa hermosa familia.
Ángel Eduardo Bustos
Ángel Eduardo Bustos, 74 años, casado con Ana Lucía Hid hace 55 años, tienen dos hijos, Marcela y Ángel y cinco nietos.
Comenzó a trabajar a los 14 años como tractorista, después del servicio militar comenzó a trabajar con Manuel Passarotti en 1968, con quien estuvo 8 años. Luego estuvo un corto período con Adolfo Pedersen, y en 1978 comenzó a trabajar con Mario Amaya, continuando hasta el día de hoy con su hijo, Mario Leandro Amaya.
Carlos Hugo Mendiberri
Nieto e hijo de productores agropecuarios de la zona de Cascallares, Cali -como lo conocen todos- siempre fue un apasionado por el campo. Pero su relación directa con la actividad rural comenzó cuando tenía 26 años. Antes trabajó en el dique Paso las Piedras de Bahía Blanca, en un molino harinero y en una acería. Hasta que su padre, también llamado Carlos, tras el fallecimiento de sus hermanos le propuso trabajar en el campo. Cali no lo dudó y comenzó a escribir su historia como productor.
Siguiendo la tradición de los Mendiberri, se asoció a la Cooperativa de Cascallares, en la que fue por varios años consejero. En esa época, con condiciones laborales, tecnológicas y económicas muy diferentes a las actuales, después de días de tractor y noches de insomnio, se fue afianzando como productor.
Cali se casó con Margarita D’Annunzio (Bety) y tienen tres hijos, con quienes vivieron en su establecimiento, El Fortín. Y los tres desde chicos lo acompañaron con la misma pasión por producir, y con el tiempo se convirtieron en pilares fundamentales para el crecimiento de la empresa agropecuaria familiar.
Cali asegura que lo que más aprendió de su padre fue la decencia y la sencillez, valores que él también les inculcó a sus hijos.
“Somos una familia de campo, es un modo de vida. No me imagino un día sin el campo”, resume con satisfacción.