Récord de contagios y fallecimientos por coronavirus en la Región Sanitaria I

De los 15 distritos que conforman Región Sanitaria I, a la que pertenece Tres Arroyos, 8 batieron en abril su récord de contagios mensuales desde marzo de 2020. Los ejemplos más sorprendentes fueron los de Bahía Blanca y Coronel Rosales. El primero registró 6.468 casos, con lo que duplicó a los 3.089 que había tenido en octubre del año pasado, su peor mes hasta ahora. Rosales, en tanto, tuvo 1.216 contagios, con lo cual batió el récord de octubre pasado, que había sido de 680.
Otro de los récords batidos este mes fue el de casos activos. Ocurrió el 23, con 5.246 en la región, el registro más alto desde que comenzó la pandemia. Lo curioso es que el mes se había iniciado con apenas 1.168, cifra que fue escalando hasta casi quintuplicarse en algo más de tres semanas.
El resultado de esta tremenda escalada de casos fue el que se temía: un elevado nivel de ocupación de camas de terapia intensiva y de la cantidad de personas fallecidas.
El nivel general de ocupación de camas llegó al 76,6% en Bahía y la región el miércoles de esta semana, con picos del 100% en varios hospitales.
El aumento del número de fallecimientos, en tanto, fue alarmante: pasó de un total de 39, entre el 1 y el 14 de abril, a nada menos que 123 entre el 15 y el 28. El aumento fue del 215% en apenas dos semanas.
Ahora bien, si se analizan los registros de Región Sanitaria I semana a semana, se puede observar que la curva de víctimas fatales sigue en franco ascenso. En la primera semana del mes los fallecimientos fueron 23; en la segunda, 16; en la tercera, 52; y, en la cuarta, 71.
Dicho de otra forma: abril cerró con un promedio de 10 muertes por día a causa del Covid-19 en la región, cinco de las cuales ocurrieron en Bahía Blanca.
Lo que puede venir
Para determinar eso se debe considerar el índice de letalidad del coronavirus en la región, que tras 14 meses de pandemia es del 2,17%; es decir, por cada 1.000 personas que se contagien, aproximadamente unas 22 fallecerán.
Partiendo de esa base, si se mantiene el número de contagios de las últimas dos semanas de abril -que fluctuó entre 3.000 y 3.300 casos-, las víctimas fatales serán de 66 a 73 por semana, al menos en la primera quincena de mayo.
Por ello desde autoridades hasta especialistas en epidemiología insisten: no basta con aplanar la curva de contagios, sino que hay que trabajar activamente para reducirla.
En la última semana de abril los casos totales fueron 2.970, cuando en la semana previa habían sido 3.327 y, en la anterior, 2.810.
Los casos activos, en tanto, llegaron a su pico de 5.246 el viernes 23, pero de allí en más fueron decayendo hasta ubicarse en torno a los 5.000 sobre finales de esta semana.
Estos números sugieren que efectivamente la curva de contagios se estabilizó, o al menos no siguió creciendo. Sin embargo, la cifra de muertos no desciende, como tampoco la de ocupación de camas en terapia intensiva. La única solución es que, como ocurrió en febrero y marzo, los casos diarios vuelvan a bajar.