Recuerdos del fundador de la Base Marambio: “hoy veo a un hijo de 52 años que triunfó en la vida”

22 junio, 2022

Recuerdos del fundador de la Base Marambio: “hoy veo a un hijo de 52 años que triunfó en la vida”

Tras celebrarse este 21 de junio el Día de la Confraternidad Antártica, LU 24 tuvo oportunidad de conversar con uno de los fundadores de la Base Marambio, el suboficial mayor retirado de la Fuerza Aérea y veterano de Malvinas, Juan Carlos Luján. “Nosotros éramos de la base Matienzo y fuimos en patrulla hasta una isla que hasta ese momento no había sido ocupada, subimos a una meseta que la corona a 300 metros sobre el nivel del mar, y era una superficie de barro congelado con piedras y rocas donde no podía aterrizar un avión. Viviendo en carpas, con picos y palas y barretas, alisamos ese suelo que permitió, por primera vez en la historia de la humanidad, que el 26 de octubre de 1969 aterrizara en ese lugar un avión con ruedas, lo que rompió el aislamiento del Continente Antártico. Hoy en 6 horas 45 minutos se llega en un vuelo desde Buenos Aires, cuando un barco demora no menos de 15 días, y se puede llegar en cualquier momento del año, cuando antes el barco sólo podía volver a la campaña siguiente en verano”, contó.

La fundación y el poblamiento de la base fueron “parte de un proceso, de un estudio que se realizó. Cuando se pasaba sobre la isla, de 18 km por 9, se observaba una zona desprovista de nieve, y se obtuvieron fotografías con las que se realizó un relevamiento geomorfológico, para finalmente ver esa meseta de 3×4 km. Nos ordenaron tomar posesión de ese lugar, y como acostumbrábamos hacer patrullas terrestres, intentamos llegar con vehículos semioruga, pero no pudimos por las condiciones de los hielos, las grietas. Así que pudimos hacerlo con un pequeño avión con esquíes, y de esa manera se empezó a trabajar en el lugar. Dejamos allí una pista de 900×25 metros, que fue alargada por la dotación entrante a los 1200 metros, lo que permitió el aterrizaje de un Hércules en abril de 1970. Esa misma dotación construyó las primeras edificaciones”, evocó Luján.
“Toda esta tarea cambió la vida antártica, hoy viven familias, se hicieron vuelos transpolares y se mejoró mucho el abastecimiento”, sostuvo el fundador de la Base Marambio, quien además viaja todos los años al lugar porque como presidente de la Fundación Marambio, es curador del museo y encargado de la difusión de todos los aspectos relacionados con el funcionamiento y la vida en el lugar. “El día que despegué por primera vez en un avión viendo la hilera de carpitas, un mástil de caña colihue, la Bandera flameando y el trazo de la pista, me emocioné porque era como un bebé recién nacido. Cuando hoy veo esa base modelo en que se convirtió Marambio, veo a un hijo que ha triunfado en la vida con 52 años de edad”, concluyó.