Richelme jugó en primera

Siempre se manifestó hincha de Boca, aunque tuvo su paso por las inferiores de Independiente. Supo disfrutar del fútbol con sus colegas (foto) pero en esa actividad no evolucionó mucho más. En cambio llegó a primera en su profesión: la medicina y específicamente la pediatría.
Estoy hablando de Luis Francisco Richelme, que se radicara en Tres Arroyos hacia 1960 junto con su esposa, Magdalena Bernáldez, dejando ambos sus sellos personales en el quehacer comunitario (fotos).
Rufino Epifanio Bernáldez Olave, nacido en 1879 en La Rioja, España llegó siendo menor a nuestro país. Lucía Augé, nacida en Burdeos, Francia en 1886, lo hizo con 3 años junto con hermanos y su madre viuda (foto).
Se casaron en 1909 y tuvieron una sola hija, nacida en Buenos Aires el 28 de noviembre de 1921.
Magdalena estudiaría en el Instituto de las hermanas misioneras de la caridad, y en el Instituto de lenguas vivas. Trabajó como secretaria y traductora en estudios jurídicos, empresas extranjeras y finalmente en la embajada de Estados Unidos.
Heredó una profunda pasión por la lectura, lo que la llevaría a participar en Tres Arroyos del Club de Lectores, que funcionó en el ámbito de la Biblioteca Sarmiento e incluso tuviera su propio espacio radial.
Falleció el 18 de agosto de 2014.
Luis Francisco Richelme nació también en Buenos Aires el 9 de junio de 1927. Sus padres fueron Luis Richelme y Josefina Vincenzi. Tuvo una hermana, Sara.
Luis padre, fue un importante fotógrafo en su época, con estudio propio y participación en el archivo gráfico de la Nación y casa de gobierno, pero además era el retratista preferido de figuras vinculadas con el tango y el cine.
Su gran archivo se perdió tras un misterioso incendio en su estudio.
Esa relación determinó que el futuro médico tuviera una participación en 1938 en una película de Luis César Amadori, “El maestro ciruela”.
Heredaría esa pasión por la fotografía, una gran habilidad y disposición para las actividades manuales, la música, el cine y además bailaba muy bien el tango.
Tras cumplir con el servicio militar en 1945, estudió medicina en la UBA, recibiéndose el 3 de junio de 1958.
Hizo prácticas y desarrolló actividades en diversos hospitales y logró especialización como cirujano infantil (foto placa).
Amor a primera píldora
No se había recibido todavía, aunque con estudios avanzados, cuando un jefe le encomendó ver a “una joven flaca y debilitada”.
Así lo hizo y fue la particular forma en que conoció a quien sería su esposa y también a sus futuros suegros, encendiéndose una relación que no se detendría.
Ya casados, en 1960 nace el primer hijo, Francisco Javier. Cuatro años más tarde nacería Luis Pablo.
Fue a comienzos del 60 que se resuelve la búsqueda de horizontes más favorables para el desarrollo de la familia.
El doctor Richelme realiza un periplo por la provincia. Descarta inicialmente a San Cayetano y en Tres Arroyos se contacta con su colega Omar García Oste, un histórico pediatra.
Este lo orienta para que se instalara en nuestro medio.
Originalmente viven en una casa en calle 9 de Julio, luego en un departamento del edificio Cosmos y finalmente en Roca 55, vivienda que perteneciera al doctor Edmundo Santandreu, otro histórico médico de Tres Arroyos.
Vendrían años felices, aunque no exentos de las dificultades que plantea la vida misma, con hijos en crecimiento y la compañía de mascotas incorporadas a la familia.
Rodeados de libros, muchos de ellos pasados de generaciones anteriores, y con multiplicidad de amistades, incluyendo figuras notorias de la cultura que pasaron por la casa del matrimonio.
Se pudieron concretar dos viajes al exterior en 1973 y 1980 y disfrutaron de algunas actividades, como la práctica del golf.
De la mano del Club de lectores se produjo la visita en 1970 de Jorge Luis Borges quien brindó una conferencia en la biblioteca Sarmiento. Con él se establecería una estrecha relación (fotos).
A pesar de ser un fumador, nada hacía sospechar el desenlace fatal que se produciría el 25 de enero de 1986 consecuencia de un paro cardíaco.
El alejamiento
La familia quedó profundamente afectada por la muerte del doctor Richelme.
Sobrevendría la decidida actitud de Magdalena quien continuó dando clases de idiomas tanto en Tres Arroyos como en Copetonas.
Incluso en su hogar puso en funcionamiento un jardín maternal.
Los hijos, ya grandes, cursaban estudios universitarios, por lo que se resuelve su traslado a la Capital Federal, en 1990. Allí fallecería el 18 de agosto de 2014.
El matrimonio además de las actividades señaladas, tuvo un gran sentido de solidaridad, cursando aportes diversos a través de Federico Slebos, el histórico director del Colegio Holandés.
Madelaine (como en general se la conocía) donó el equipamiento del consultorio de su fallecido esposo a la obra que desarrollaba en Colonia Yacaré, provincia de Formosa, la enfermera Catalina Griffioen.
Recordemos que esta, holandesa de nacimiento, creció en Tres Arroyos y después eligió participar en una misión en áreas remotas, lo que le valió una condecoración de la reina holandesa.
En definitiva, he querido historiar de manera apretada, el paso por Tres Arroyos de dos personas que dejaron huella en la comunidad de la que se sintieron definitivamente integrantes.
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Fotos: Matrimonio Bernáldez-Augé; Matrimonio Richelme-Bernáldez; placa profesional; lo que sería su último brindis; Magdalena Bernáldez con su mascota; recortes periodísticos sobre el Club de Lectores; la familia Richelme en su casa de calle Roca; el médico en su consultorio con sus colegas Giró y Tubía.
Omar Eduardo Alonso
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