Roberto Aldo Cortina: su fallecimiento

“Jubilado y pescador”. Con esas dos palabras se auto definía Roberto Aldo Cortina el 14 de junio de 2014 cuando iniciaba su charla en el programa “esto es Historia”.
En la consecución de la misma desgranaría mucha historia y muchas anécdotas.
Su padre, Perpetuo, había llegado de niño al país desde España y con el tiempo su relación con la fábrica Istilart fue tan importante que llegó a ocupar un cargo en el directorio y de atender la sucursal que funcionaba en la Capital Federal.
Su madre era italiana, Francisca Tortorella, y el matrimonio vivió en la calle Ayacucho 450, donde nació y se crió Roberto Aldo.
Desarrolló sus estudios en el Colegio Jesús Adolescente, en el Colegio Don Bosco de Bahía Blanca, en el Colegio Nacional donde promocionó en 1947 y hasta realizó el ingreso en la Facultad de Derecho estando bajo bandera en la Armada nacional.
Aún así no quiso continuar sus estudios, y se incorporó a la fábrica Istilart como administrativo, permaneciendo allí entre 1952 y 1961.
Se había casado con Josefa Cofone, una docente de larga trayectoria y tras un paso de tres años con la firma Alvarado, se contactó con la comercialización de cereales.
Desde 1964 hasta su jubilación fue corredor de cereales y actividades conexas.
Fue un entusiasta deportista vinculado desde el comienzo con el Club Cazadores, practicando tanto la caza como la pesca, actividades generadoras de numerosas anécdotas muy interesantes.
Fue partícipe del proceso de lanzamiento del Movimiento Vecinal y su entusiasmo fue puesto hasta su concreción en la gestión del Monumento al Amigo, instalado en la plaza San Martín.
No fue casualidad que su desvelo fuera ese monumento, teniendo en cuenta el gran valor que Roberto Aldo Cortina asignaba a la amistad, prodigándola sin retaceos.
Escribe: Omar Eduardo Alonso