San Cayetano: la escribana Rodríguez obtuvo un importante premio

18 diciembre, 2015

San Cayetano: la escribana Rodríguez obtuvo un importante premio

En el día de la fecha, en la sede del Colegio de Escribanos de La Plata, la escribana sancayetanense Ana Delia Rodríguez recibió el segundo premio en el Concurso de Anécdotas Notariales.

En el marco de la celebración del Día Internacional del Notariado, el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Secretaría de Relaciones Profesionales y Cultura, y con el asesoramiento de la Comisión de Extensión Cultural, se planteó como objetivo crear un espacio para que escribanos, empleados de las escribanías y los del Colegio y sus delegaciones puedan reflejar acontecimientos vividos en la práctica profesional y en la actividad colegial.

En ese marco, el intendente municipal Miguel Ángel Gargaglione y su equipo de gobierno felicitan a la escribana sancayetanense por el logro obtenido, destacando su aporte a la cultura, más allá de su práctica profesional.

La anécdota merecedora del segundo premio es la siguiente:

LA NOTARIA DE MACONDO

Hay algunos que dicen que pueblo chico…infierno grande. Y si, muchas veces tienen razón. Otros agregan, que si las chusmas fueran flores, mi San Cayetano sería el Jardín de la República.

San Cayetano, el pueblo de 8.400 habitantes del sudeste bonaerense, donde ejerzo este apostolado que es el notariado, es, en muchos aspectos un paraíso, y en otros, el tan temido infierno del Dante.

Miles de anécdotas podría relatarles, o hacer un stand up para llorar de risa o una payada (porque acá, todos somos criollos bien camperos), lo que tal vez me permitiría desarrollar mi segunda vocación, que es la actuación y el canto (siempre sostuve que soy una Graciela Borges frustrada devenida en escribana) . Pero en vez del estrellato, más bien soy estrellada, tengo que salir a hacer actas notariales al medio del campo con heladas machazas a la madrugada, para constatar si un toro se monta a las vacas encerradas en la manga y el producto veterinario que le inyectaron funciona, o el laboratorio suizo que lo vende podrá aducir que no es su culpa si el toro es gay.

Para cada sorteo que hacen las instituciones intermedias locales, y hay rifas de todas y cada una de ellas dando vueltas por el pueblo, las autoridades requieren si o si, de la presencia de su escribana favorita, o sea yo, sea la hora que sea y el lugar donde se hagan los sorteos, que consisten por ejemplo en un primer premio de un lechón y el ganador del segundo se hace acreedor de dos pollos ( eso sí, con opción de pedirlos cocinados o pelados y limpios para freezer ).….o un reloj de pared y una balanza de cocina…y todo ello lo hago sin percibir honorario alguno porque, o son las instituciones educativas donde he concurrido o concurren mis hijos, o los clubes de fútbol donde mis chicos participan, o los bomberos voluntarios (mirá si no colaborás y se te prende fuego la casa¬, así te dicen para que además compres la rifa anual y al contado)…o la iglesia ( no se te perdonan los pecados) o el hospital (que si o si lo necesitás algún día) , o el Fortín Gaucho, que merece explicación aparte porque el sorteo final se hace el día de la tradición en el campo de doma y allí los presentadores de las jineteadas más famosos del ambiente, en el momento de los sorteos me presentan a grito pelado por los altoparlantes, con una payada alusiva y en más de una oportunidad me he llevado listo y ensayado un recitado para despuntar el vicio y no quedarme atrás. Muchos de los sorteos son en vivo frente a las cámaras del Canal 2 de televisión local, el primer lunes de cada mes a las 22,30 horas, lo que me obliga a salir en invierno con cero grado a la calle y ponerme el tapado arriba del piyama (total las cámaras me toman de la cintura para arriba).

Los sábados por la mañana suelo hacer los mandados en el centro, tres cuadras en la 25 de Mayo, la calle principal, donde se da cita todo el mundo porque todo está ahí. En la fábrica de pastas recibo mínimo cuatro consultas o quejas por temas diversos, desde detalles para que haga el lunes un boleto de compraventa de un terrenito de valuación impuesto al acto de pesos 2.534 o escucho cosas tales como: ¿Te acordás Anita (así me dicen todos) del Andrés? El hijo de la María, che! Esa que se fue con el patrón y lo dejó al Marcos con los cuatro chicos chiquitos… Sí, me acuerdo, respondo. A lo que sigue la pregunta: ¿Pasó el Andrés por tu oficina hará uno o dos años a firmar un 08 de una Zanellita 50?…y me tengo que acordar, cuando un sábado a esa hora todavía estoy con champagne en sangre después de los karaokes madrugados de los viernes y concentrada si voy a comer ravioles o sorrentinos !!!…Y de ahí le siguen consultas en la panadería y en el mercadito, donde la dueña invariablemente, me dice que me vio nacer, que adoraba a mi padre que fue el mejor escribano de este pueblo y que gracias a él se compró la casita, porque además le prestó la plata sin interés.

Pero a veces…aunque no muy a menudo pierdo los estribos y monto el Picasso…y justamente hoy, fue uno de esos días…viene una clienta mayor y difícil, clienta de toda la vida, como le encanta decir a ella la hora de pagar, y una de las chicas de la oficina, después de hacer piedra, papel o tijera para ver a cuál de las tres le tocara atenderla, sale con su mejor sonrisa a preguntarle que necesita…- ¡ A esa mentirosa de la escribana necesito!!! Vociferando a todo pulmón con sala de espera llena…La oigo, imposible no hacerlo, y abro la puerta de mi despacho, con cara de Carrie y hasta siento que mi ira comienza a crecer y hace mover los cuadros. -¿Qué le pasa “hoy” doña Carmen? (yo, dientes apretados). -¡Usted me trató de usurpadora! me grita. ¿Qué??? -Sí, sí, eso que oye. ¡Usted me dijo que soy una usurpadora, y yo no soy nada de eso!!! Después de unos segundos de pensar que es lo que dice esta desquiciada, me doy cuenta. -Siéntese doña Carmen.-No, no, estoy bien así -Que se siente le digo!! Juro que la vi asustada a pesar que es más mala que una araña y del miedo, por verme tan furiosa, se sentó en la punta de una silla, con las manitos cruzadas sobre su regazo.- Yo le dije usufructuaria!! Que usted es usufructuaria de los bienes que le donó a su hijo y ya le he explicado lo que significa eso!!! –Ahhhhh, ahora me acuerdo me dice, poniéndome ojos de carnero degollado. -Le pido mil disculpas, Anita, me confundí!! -Yo la disculpo doña Carmen, pero ahora, no se va en el remis que la está esperando afuera, se me va caminando y se recorre la 25 (calle principal mencionada ut-supra) y en cada comercio entra y les dice a todos que yo le dije usufructuaria (se lo anoto en un papel,tome) y no usurpadora!! –Ay Anita, yo no se le dije a nadie, me dice y hasta los bigotes se le pusieron colorados.- Usted va y les dice como fue la cosa y punto! Y parte a las chuequeadas la vieja…y así se va otro día más en una escribanía de pueblo donde hay días que me creo en Macondo y el realismo mágico de García Márquez es un poroto.

Ursula Iguarán (seudónimo)