San Cayetano también recordó a Malvinas a 35 años de la Guerra

3 abril, 2017

San Cayetano también recordó a Malvinas a 35 años de la Guerra

 

Con un fragmento de la poesía de Enrique Momigliano  -que se adjunta aparte – dio inicio del acto oficial por el ‘35° Aniversario de Día del veterano y de los caídos en Malvinas” desarrollado en Plaza América.

A continuación, el Intendente municipal Miguel Gargaglione, junto al vecino Javier Ferreyra, hermano del ex combatiente Roberto Ferreyra, y el Coordinador de Medio Ambiente, Marcos Cuesta izaron el Pabellón Nacional; seguidamente, hicieron lo propio con la bandera bonaerense, la Directora de la Escuela Nº 2 Laura Peña, el Concejal de la UCR Joel Isasmendi y el Subsecretario de Desarrollo Social, Marcelo González. Por su parte, el estandarte municipal fue izado por la Directora de la Escuela Nº 19, Gladys Díaz, la Consejera Escolar, Alejandra Santos y la Secretaria de Salud, Luciana Sampayo.

Souto: “Este día nos remite a una historia que se puede demarcar a partir de la bisagra que representa el 2 de abril de 1982”

A su turno, la Directora de Educación y Cultura, Beatriz Souto reflexionó sobre la fecha y sobre los feriados nacionales los cuales “constituyen un espacio destinado a que los ciudadanos recordemos, reflexionemos y profundicemos los canales de comunicación sobre una historia pasada y actual, especialmente cuando refieren a procesos políticos y sociales aún sin resolver o con consecuencias sobre sus protagonistas latentes. Más aún, esencialmente son un momento colectivo para convocar al compromiso histórico de los gobiernos y los pueblos.

El “Día del Veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas” nos remite a una historia que se puede demarcar a partir de la bisagra que representa el 2 de abril de 1982: La cuestión Malvinas que tuvo  su partida el 3 de enero de 1833 cuando el reino Unido, quebrando la integridad territorial argentina, ocupó las islas  y desalojó a las autoridades legítimas, impidiendo su regreso así como la radicación de argentinos provenientes del continente.

Este larguísimo camino transitado hasta hoy nos lleva a comprender, en clave de continuidades y cambios, algunas cuestiones.

Una,  es nuestra  tradición en política exterior pacifista y el modo en que ellas se articularon con la política interior y hacer algunas constataciones.

La primera es que los principales logros diplomáticos argentinos en relación con el  “reclamo de soberanía” se alcanzaron durante los gobiernos civiles, electos, entre 1945 y1976.

El 12 de octubre de 1963, día de su asunción ante la Asamblea Legislativa Arturo Illia subrayó “Pacífica pero incansablemente, seguiremos procurando la integración del territorio patrio. Queremos que la geografía nacional sea efectiva en Malvinas”. Esta posición alcanzo el primer éxito diplomático argentino en 1965, con la adopción de la Resolución 2065 de las Naciones Unidas, que reconoció la existencia de una situación colonial e instó a ambas países a solucionar la disputa por la soberanía a través de la negociación bilateral.

La segunda constatación es que durante los gobiernos de facto, las dictaduras, abandonaron la tradición pacifista, negociadora, diplomática por posiciones agresivas y belicistas.

La guerra de Malvinas fue la materialización de esas actitudes exacerbadas y extremas, afirmadas sobre un sentimiento nacional.

Por último, la recuperación de la democracia en 1983 inició, con contradicciones producto del impacto de una guerra, una serie de reparaciones en cuanto a los veteranos de la guerra. Paralelamente,  una política exterior de reafirmación de los derechos soberanos argentinos en los foros internacionales consolidando los apoyos de países y organismos regionales con adhesiones crecientes. Este proceso debe, actualmente, profundizarse con firmeza, pacíficamente, sin descuidos o ingenuidades.

Estas consideraciones sobre  las políticas desarrolladas en el pasado habilitan recordar, también, que los gobiernos fueron, son y serán responsables por las decisiones políticas que se toman y por las acciones u omisiones en cuanto  a las reparaciones históricas  y a la concreción de objetivos nacionales acordados.

A 35 años de la Guerra el Reino Unido sigue entendiendo cualquier negociación como una imposición de sus condiciones. Por tanto es necesario e ineludible ratificar que “todo paso de política exterior vinculado a Malvinas debe ser bajo dos premisas inclaudicables:

 

–         El tema de la soberanía argentina en Malvinas  no se resigna  y la política exterior que desarrollamos debe cuidar no alterar una política de Estado  fijada en  la  disposición transitoria de la Constitución  Nacional de 1994, que  propicia acciones  de cooperación entre las partes pero que no  lesionen la soberanía  argentina ni violen  nuestra constitución.

–          Este es el compromiso del presente, fruto de los consenso democráticos y el mejor homenaje a nuestros “héroes de guerra” porque la bandera Argentina vuelva a flamear en las Malvinas el 2 de abril tendrá significado pleno”.

 

Finalmente, tras la oración del Diácono Raúl Gardey, el intendente Miguel Gargaglione junto a Herminia Silva, madre del ex combatiente sancayetanense Roberto Ferreyra, colocaron una ofrenda floral al pie del monolito para recordar a los caídos y a todos aquellos jóvenes que se movilizaron para defender a su patria.

 

 


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