Suba de hasta 500 por ciento en peajes: se paga 30 pesos en el de Cascallares
Después de varios años de tarifas congeladas, los precios de los peajes de las rutas nacionales tienen un fuerte aumento desde este fin de semana. Según dispuso Vialidad Nacional, los llamados “corredores viales” tienen subas que van entre el 270 y 500%.
La idea del Gobierno es empezar a reducir el costo fiscal de un esquema de concesiones que tiene un costo de alrededor de 3000 millones de pesos por año y por el que sólo se recaudan 1000 millones de pesos.
Las subas, que no se aplican a las autopistas que acceden a la ciudad de Buenos Aires ni a las porteñas, varían según el camino de que se trate y se aplican sobre diferentes tramos de las rutas 3, 5, 7, 8, 9, 12, 16, 19, 33, 34, 38, 188, 191, 205 y 226.
Por caso, en las estaciones de pago de Azul y Micaela Cascallares sobre la ruta 3, que se pagaban ocho pesos, se empezó a abonar 20 y 30 pesos para la categoría vehículo de dos ejes. En el mismo corredor, el peaje de Uribelarrea pasó de 8 a 30 pesos y el de Saladillo, de 8 a 20 pesos.
En la ruta 5, que une Luján con Santa Rosa, La Pampa, hay tres peajes. En las cabinas de Olivera y 9 de Julio, que costaban dos pesos cada uno, hay que pagar 10 y 15 pesos respectivamente, mientras que en el tercero, en Trenque Lauquen, se debe desembolsar 20 pesos en vez de los 8 que se pagaba hasta el fin de semana.
Para transitar la ruta 7 hay que pasar por cuatro puestos de peaje en los que hay que pagar 110 pesos en total. En el corredor que parte en Pilar y une varias ciudades de Córdoba y Santa Fe sobre la ruta 8, los peajes son de 30 pesos en Venado Tuerto (se pagaban 12), de 20 pesos en Sampacho; de 30 pesos en Larena y de 5 pesos en Solís.
La autopista que une Campana con Rosario cuenta actualmente con dos peajes, Zárate y Lagos, que tenían un precio de ocho pesos cada uno. Desde el fin de semana, para que se levante la barrera hay que pagar 30 pesos en cada estación, siempre para autos de dos ejes.
El sistema de peajes de la Argentina depende de Vialidad Nacional y funciona sobre una traza de alrededor de 8000 kilómetros.
Actualmente, el sistema que rige son concesiones que se firmaron en 2010 por cinco años. El esquema diseñado entonces estableció una cantidad de obras para cada ruta y la empresa que ofreció menos dinero se quedó con el corredor. No hay canon, sino subsidios y como contraprestación, las empresas tenían que mantener la ruta.
