“Tristeza, dolor y molestia” en el vecinalismo por la candidatura de Ávila

La renuncia a la afiliación al Movimiento Vecinal por parte del ex delegado Carlos Ávila- quien ahora está confirmado como precandidato a concejal por la UCR- generó malestar en sectores del partido de gobierno de Tres Arroyos.
Distintos referentes del MV han mostrado su tristeza, y realmente les ha caído como una verdadera “patada en los tobillos”, por la manera en que Ávila corta su vínculo con el Movimiento Vecinal.
La llegada al cargo de Carlos Ávila se dio cuando se hizo una compulsa, en la que salió cuarto, pero el intendente confió igualmente, y permitió que ocupara el cargo.
La renuncia al cargo, luego de una exitosa gestión en el área urbana y costera claromequense, con obras que el municipio encaró y que le cambiaron la cara a la localidad balnearia, se da luego del incidente producido el 14 de Abril de 2020, cuando Augusto Lemble, hijo del fiscal Carlos Facundo Lemble, en horas de la tarde, llegó desde Brasil para pasar la cuarentena obligatoria y Ávila tenía la intención de evitar que entrara a Claromecó, en el contexto de la pandemia de coronavirus. Pero no pudo lograrlo y decidió dar un paso al costado, buscando idolatría pegando un portazo y abandonando el cargo, con el cual lo habían honrado, cuando vecinos se agruparon frente a la casa de la familia Lemble y lo obligaron a retirarse.
En determinado momento, en diálogo con LU24, dio a conocer que le gustaría trabajar en alguna banca y si no lo haría desde la Banca 19, pero finalmente fue convencido por la UCR y ahora encabeza su lista de precandidatos.
Los vecinalistas se mostraron muy doloridos, molestos con la actitud, ya que siempre lo cobijaron, lo mimaron y le dieron mucha libertad para trabajar en Claromecó; habría que ver, si esa circunstancia conjugada con el presente político le juega a favor o en contra a Carlos Ávila, que ya no es más afiliado al Movimiento Vecinal.