Tiros en el Barrio Boca: Delibera el jurado para determinar la suerte de Del Giorgio

22 febrero, 2019

Tiros en el Barrio Boca: Delibera el jurado para determinar la suerte de Del Giorgio


En la segunda y última jornada del juicio por jurados contra Leandro Del Giorgio, por el ataque a balazos contra Nicolás Contreras ocurrido el 1 de febrero de 2018 en calle Aconcagua entre Rivadavia y Pringles de esta ciudad.

Antes de que el jurado se retire a deliberar para determinar si el acusado o no es culpable, en su alegato el fiscal Gabriel Lopazzo repasó los elementos de prueba que sostuvo haber recolectado en la investigación, además de apoyarse en los testimonios de la víctima, las cámaras de seguridad que detectaron un vehículo en el que se movilizaría Del Giorgio en el momento del ataque, el posterior ingreso de ese mismo rodado a Adolfo Gonzales Chaves
-donde fue detenido- y los dichos de otros testigos que desfilaron por la sede de la calle 25 de Mayo.

“Tomamos en cuenta lo que declara el mismo Contreras sobre el auto en el que se movilizaba su atacante; se busca entonces un vehículo oscuro con vidrios polarizados y llantas negras. Luego se dice que era usual verlo a Del Giorgio en ese vehículo. Después se suma que el hermano había tenido un problema con la hermana, así que ahí había un motivo. Si a eso le sumamos las cámaras de seguridad que registran, la de Pedro N. Carrera al 1300, el paso de un auto tomado el 1 de febrero a las 18.54, y luego se acredita que Del Giorgio tiene familiares o conocidos en Chaves. Y las cámaras de Chaves toman, en el acceso a la localidad, las imágenes del ingreso del mismo vehículo entrando a Chaves 19.25, media hora después, lo que se tarda con una velocidad promedio de 100 km en llegar de una ciudad a otra; así, tenemos a su vehículo en la zona del hecho y media hora después en Chaves, más allá de que la defensa haya querido confundir con las fechas”, enumeró Lopazzo.

“Además lo tenemos a Contreras que, sin dudarlo, relató que golpearon las manos fuera de su casa y cuando salió lo vio a Leandro Del Giorgio, a una distancia de siete metros, y cuando se le preguntó quién lo agredió lo señaló aquí mismo en la sala. Además, ¿qué motivo tendría Contreras para decir que fue Del Giorgio su agresor si no fue así? Es justo que conozcan además quién es, y cuáles son sus antecedentes penales. Y si bien no lo hacen más o menos culpable en este hecho, lo que hay que tener en cuenta es que la mayoría de los delitos por los que fue condenado incluyeron el uso de armas”, dijo el fiscal dirigiéndose al jurado.
“Tenemos una persona a pocos metros y le apunta al pecho, tiene sólo la intención de lesionarla. Y además dispara otra vez. Y la lesión que le provoca el primer disparo le causa una herida de tal gravedad que pone en riesgo su vida”, finalizó. Así abonó el fiscal su teoría de que se trata de un homicidio en grado de tentativa, tal como sostuvo en la acusación, y consideró como agravante la existencia de antecedentes, para señalar finalmente que pediría más adelante la pena a aplicar.

La defensa cuestionó la investigación
La defensora de Del Giorgio, Patricia Stadler, advirtió a los jurados que “la autoría de mi defendido no pudo ser acreditada, porque no es correcto cuando el Ministerio Público dice que la investigación arrancó por el tema de un auto”. En este aspecto, la abogada cuestionó que el dato del auto en el que se movilizaría el atacante lo dio una persona “que se dedica a robar y es compinche de la víctima”.
“No podemos delinear una línea de investigación en función de una persona que se dedica a robar”, insistió Stadler. “Y no tomaron otra línea, no se dedicaron a investigar otras posibilidades. Del Giorgio no vivía en Tres Arroyos, estaba en Gonzales Chaves hacía dos meses. Que pudiera ir y venir es lógico porque acá tiene su familia, hermana, sobrinos. Esta es la realidad de las cosas”.

Stadler advirtió que si bien no se pueden discutir los disparos, “el relato de la víctima es totalmente inverosímil. Habló de un portón de chapa ciego, y cuando declaró acá sentado, ubicó al tirador de frente, cuando los impactos no perforaron el portón. Hemitorax izquierdo y tobillo izquierdo, ¿dónde estaba el tirador entonces? ¿Cómo se explica la mecánica del hecho?”.
“Declaró dos meses después, pero estuvo internado 14 días. ¿Por qué apareció tanto tiempo después a señalar a su agresor?”, se preguntó la abogada.
La última palabra, ya en las primeras horas de la tarde, la tendría el jurado.