“Ella está bien y pienso traérmela a Claromecó”, dijo la hermana de la bailarina atacada en Belgrano

Jacqueline Antón, la hermana de Julieta, una de las dos víctimas del ataque perpetrado ayer en la escuela de danza ubicada en el barrio porteño de Belgrano, vive en Claromecó y afirmó a LU 24 que la bailarina “está bien. Hoy puedo decir que está con vida y hablar con ella. La situación fue tremendamente desagradable, triste y desgarradora”, expresó.
Informó que ya recibió el alta y que se encuentra en la casa de sus padres, acompañada también por amigos. “Pienso traérmela a Claromecó para que despeje y tenga la tranquilidad que no tiene allá”, sostuvo.
Jacqui comentó que la familia es oriunda de Buenos Aires y que, tras separarse de su pareja, ella llegó a vivir a la localidad hace casi 5 años, desde Mar del Plata, por su amiga María del Valle Mulder, quien le prestó su casa. Fue así que con sus dos hijos se trasladó a Claromecó, lugar que conocía porque vacacionaba allí. Además, contó que tiene otros dos hijos gemelos con el claromequense Germán Mulder. En este sentido, reveló que “no quería volver a vivir a Buenos Aires por la inseguridad”.
Sobre lo sucedido con su hermana, aseguró que “ella no se imaginó que podía pasar esto pero si la incomodaba. Era un alumno que tomaba clases por Zoom”.
Aclaró que “mi hermana nunca lo siguió por Instagram, solo él le mandaba videos para que ella le diera una devolución de lo que hacía. Solo tenía una relación de profesora-alumno y muchas veces no le contestaba, le llegó a mandar 11 videos en un día”.
“Era raro porque ella comentó que le molestaba la presencia de él, que tomaba clases en los dos estudios en los que trabaja mi hermana. Le llamó la atención que venía dos horas antes. Eran todas mujeres menos él y se sintió incómoda. Quería que ella le hable solo a él y los demás no importaban”.
También, Jacqueline dijo que la foto que él subió ayer, poco antes de su violenta irrupción en la escuela de danza, no fue tomada ese día, sino que es de antes. El atacante, identificado como Sebastián Villarreal, está siendo sometido a pericias en el hospital Tornú, de Buenos Aires.