Grooming: allanamiento positivo y medidas de protección para una niña y también mayores

30 noviembre, 2018

Grooming: allanamiento positivo y medidas de protección para una niña y también mayores

Un allanamiento domiciliario positivo realizó hoy personal de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Tres Arroyos en el marco de una causa por Grooming. En este sentido, la justicia dictó una medida de protección para una menor y también mujeres mayores de edad, en un hecho novedoso y para destacar ya que esa conducta, en el último caso, no está penada.
Según fuentes policiales, el hombre contactó a una nena con mensajes de contenido sexual explícito. En esta situación la niña fue acompañada a denunciar por una docente.
Cabe señalar que desde la Comisaría de la Mujer se viene informando y advirtiendo sobre esto, con la realización de diversas campañas en las escuelas. Así, queda claro, que el mensaje va calando en la sociedad.
Mayores, también
El sujeto tenía una conducta similar hacia mujeres mayores de edad, algo que no es considerado un delito, pero la justicia, en el marco de la Ley de Protección Integral a las Mujeres, le impuso al sujeto también la prohibición de contactarlas.
El hombre está identificado ya que se habían radicado varias denuncias en su contra y se le venía rastreando el perfil “trucho” con el que se manejaba en redes sociales, profiriendo improperios contra mayores y menores.
De volver a tomar contacto con ellas, incurriría en otro delito: “desobediencia”.
En el procedimiento, del cual no trascendieron mayores detalles, se incautaron elementos de interés para la causa, como una computadora.
¿Qué es el “grooming”?
La palabra grooming se usa para describir casos de acoso de mayores a menores a través de Internet. Un adulto trata de engañar a un menor para poder conseguir fotos, videos o incluso coordinar un encuentro.
El grooming se puede dar a través de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, como redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chats, páginas de juegos en línea, entre otros.
Cuando se limita al entorno digital, como envío de fotos íntimas o grabación de contenidos de la cámara web, el menor podría sufrir traumas psicológicos como víctima de la manipulación y las consecuencias sobre la privacidad en caso que dichos contenidos sean publicados.
En caso que se concrete un encuentro cara a cara, las consecuencias podrían ser ya de carácter físico, pudiendo llegar incluso al abuso sexual.