Juan Ouwerkerk y Guillermo Martínez dieron más precisiones sobre el conflicto de los contratos de granos

7 agosto, 2016

Juan Ouwerkerk y Guillermo Martínez dieron más precisiones sobre el conflicto de los contratos de granos

Tras darse a conocer un comunicado que hace referencia a la difícil situación que atraviesa la comercialización de granos en virtud del clima y la imposibilidad de cumplir contratos de venta pactados porque la mercadería está virtualmente inmovilizada en los campos, visitaron los estudios de LU 24 el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa ALFA, Juan Ouwerkerk, y el responsable de Cerealera Tres Arroyos, Guillermo Martínez.

“Este tema se va a resolver seguramente en las Cámaras Arbitrales, que son las que fijan las multas por la imposibilidad de cumplir con los contratos en tiempo y en forma. Algunos exportadores están haciendo maniobras extorsivas y abusivas porque aplican multas sobre valores de cereal que no existen en el mercado. De manera que si no se alcanza una solución en las Cámaras Arbitrales, se dirimirá en la justicia civil. Se habla de mucho dinero que ya no va a entrar en los bolsillos de los productores, y por ende tampoco en el movimiento económico de la ciudad”, dijo Martínez, quien admitió que además no están preparados ni los acopios ni los puertos, desde el punto de vista de la infraestructura, para recibir dos cosechas en condiciones de humedad.

Por su parte, Ouwerkerk advirtió que “nosotros somos intermediarios, y nuestro compromiso de entrega con los exportadores es con fecha determinada. Esto se cumple con el precio ya pactado, y el problema que tenemos hoy es que cuando se hicieron esos contratos, el maíz valía 150 dólares. Hoy el maíz no se ha podido cosechar o no se puede sacar de los campos, por la lluvia, los caminos rotos, y lo que dice el exportador es que tiene el barco esperando en Necochea y necesita cargarlo para no tener que pagar las multas que esto implica. Entonces compran el maíz en otro lado, pero a los 200 dólares que vale hoy, y la diferencia la tenemos que pagar nosotros. Además como el mercado no está transparentado, y el exportador viene a pedirnos un maíz que no tenemos, porque sigue en los campos y cualquiera lo puede ver, esto desemboca en una situación muy complicada”.